La industria de retail automotriz ha tenido un 2020 vertiginoso. Justo cuando empezaba a recuperarse de los efectos del estallido social, la propagación del Covid-19 volvió a impactar con fuerza sus operaciones, con caídas en ventas de hasta un 80% en el segundo trimestre. La reactivación comenzó en julio con los desconfinamientos de algunas comunas y estuvo impulsada, principalmente, por la entrega del 10% de las AFP y los cambios en el modelo de negocios hacia uno más digital.

Con ese telón de fondo, las importadoras tomaron medidas y disminuyeron el volumen de compra de algunos modelos. Incluso, en época de mayor incertidumbre, se especuló que las bajas llegarían a niveles de venta de 175 mil unidades a diciembre, y las empresas más cautelosas se replegaron para controlar las pérdidas.

Sin embargo, “el panorama a septiembre se ve alentador”, explicó el nuevo gerente general de Mitsubishi Motors Chile, Ignacio Bengoechea. Ese mes la recuperación fue más rápida de lo estimado y las ventas bajaron un 15%, frente al mismo mes en 2019.

Ahora bien, advirtió que podría haber un efecto de restricción de oferta. “La industria estaba preparada para peores cifras por el confinamiento y eso hizo que frenáramos los pedidos a nivel mundial. Entonces, durante el último trimestre, podríamos ver una falta de oferta y es posible que haya restricción en algunas marcas o versiones de autos”, relató.

A su juicio, durante esta crisis sanitaria el factor “automóvil” se volvió relevante para algunos segmentos. Relató que muchos restaurantes y negocios optaron por la compra de una unidad para distribuir sus productos. Y, en el caso de algunas familias, la idea de tener un segundo auto también se volvió una alternativa palpable.

Cambios en la industria

Según cifras de la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC), la industria de retail automotriz representa 5,2% del PIB, siendo uno de los mercado más competitivos del mundo. Existen 68 marcas de todo tipo, que son distribuidas a través de sus 37 asociados, con una amplia red de concesionarios a nivel nacional.

Sobre el impacto puntual del virus, Bengoechea explicó en el corto plazo habrá fuertes efectos financieros, pero la red en general se mantendrá. “El daño ha sido acotado y se continuará con un nivel similar de concesionarios, gracias a la gran empatía para modificar las tarifas de los arriendos. Además, en nuestra industria funcionó la Ley de Protección al Empleo y, aunque hemos sido golpeados, las medidas de mitigación han tenido éxito”, apuntó.

Ello ha llevado a la transformación del modelo de negocios de retail. Si antes los concesionarios funcionaban con costos fijos, ahora se miden de manera variable, lo que ha permitido “flexibilizar la industria”, sostuvo.

Y agregó, que desde el lado de los importadores o, como definió, “los encargados de absorber los costos durante estas crisis”, también lograron sobreponerse: “No se puso presión para la reposición de inventario y hubo un apoyo a la red de concesionarios”.

Nuevo modelo

A largo plazo, Mitsubishi Chile ve un nuevo modelo de negocios con reducción de puntos de ventas, debido a la transformación digital.

Las cotizaciones para septiembre, dijo, se han más que duplicado, tanto por el cambio de comportamiento por la pandemia, como por estrategias más agresivas de las marcas.

Y aclaró que, aunque no está tan desplegado el modelo de negocios online, la pandemia aceleró los planes. “Nosotros estamos invirtiendo fuertemente en plataformas, para hacer una experiencia 100% digital y que el cliente nunca visite el concesionario”, añadió. Esto incluye un showroom virtual con realidad aumentada que está diseñando un proveedor que trabaja con varias marcas europeas.

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