El presidente de Francia, Emmanuel Macron, decidió anular la tasa al carburante, en lugar de suspenderla durante seis meses, como se había anunciado ayer martes 4 de diciembre. Esta decisión busca aplacar el malestar social encabezado por los "chalecos amarillos".

Portavoces del Elíseo confirmaron la decisión que supone una concesión más del Ejecutivo francés para intentar calmar a los manifestantes que desde el pasado 17 de noviembre han protagonizado enormes y violentas protestas debido a la caída de su poder adquisitivo, lo que se vería agravado con el alza a los combustibles que pretendía aplicar el Gobierno galo.

Con este nuevo anuncio, la administración de Macron, cuya aprobación cayó hasta el 23 por ciento, pretende evitar a toda costa que se repitan este sábado las escenas de guerrilla urbana de la protesta del pasado 1 de diciembre en París.

Debate político

Por otro lado y buscando apoyos políticos, el gobierno francés instó este miércoles a los partidos a calmar las protestas que han tenido lugar en todo el país durante más de dos semanas. Además, señalaron que estaba listo para hacer más concesiones que  eviten más violencia.

El presidente francés, Emmanuel Macron, hizo un llamado a los líderes políticos rivales, tanto de izquierda como de derecha, así como a los sindicatos para ayudar a contener la ira antigubernamental que el sábado provocó los peores disturbios en el centro de París que se registren en décadas, según dijo el portavoz del gobierno, Benjamín Griveaux.

Las protestas comenzaron el 17 de noviembre en oposición al aumento de los impuestos sobre el combustible, pero se han ampliado hacia un desafío mayor, la agenda pro-empresarial de Macron, unido a las quejas que reclaman que el presidente no está en contacto con las luchas de la gente común.

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