Hace casi un mes la compañía franco suiza Holcim anunció que vendería su 54,32% de participación en Cementos Polpaico al grupo Hurtado Vicuña. La operación se concretará a través de una OPA, con la que invitará al resto de los accionistas minoritarios a participar de la oferta, aunque declarará exitoso el proceso con el solo hecho de adjudicarse la participación de Holcim.

Entre los minoritarios, donde destaca la participación de la peruana Minera Volcán, y de inversionistas locales como Megeve, el family office de Reinaldo Solari y sus hijos, junto a inversionistas institucionales como BanChile, Moneda y MBI, aún analizan los pasos a seguir.

La coincidencia entre ellos, por ahora, es que el precio anunciado no es satisfactorio. Hurtado Vicuña, a través de Inversiones Caburga Limitada, dijo que ofrecerá un valor que partirá en los $ 7.700 por acción, más un cálculo de intereses por el plazo que va entre que se firmó el contrato con Holcim y 33 días después de que se inicie la OPA. Como referencia, la acción de la compañía que se cotizaba antes del anuncio en unos $ 5.400 saltó de inmediato a $ 7.300, donde ha permanecido en las últimas semanas.

Pero un alza en la oferta tampoco es garantía de salir a vender. Al interior de varios de estos accionistas minoritarios se reconoce que uno de los caminos que estudian con detalle es la posibilidad de mantener la inversión y no ir a la OPA. ¿La razón? Hay varias.

La primera es que sostienen que en un horizonte de mediano plazo es esperable que remonte de manera considerable el negocio cementero, sobre todo cuando comiencen a reactivarse una serie de proyectos de construcción que permanecen en suspenso. Lo que supone precios de la acción muy por sobre lo planteado en este llamado a OPA.

“No se trata de un problema de alza de 5% en la oferta. Se trata más bien de intentar permanecer en el negocio”, replican desde una de estas compañías. Esa es justo una de las aristas que están analizando varios de los consultados.

La apuesta es que una vez que se concrete la OPA, los Hurtado Vicuña fusionarán Polpaico con su cementera  BSA, con la que operan actualmente en el negocio. Con ello, aunque sus porcentajes de participación se diluirían, de todos modos se elevaría el valor detrás de sus inversiones, porque se trataría de una compañía de mayor tamaño, que le permitiría distanciarse de sus dos competidores fuertes, Melón y Bío Bío.  

Eso sí, la eventual fusión de ambas operaciones requiere de la aprobación de un 66% de los accionistas de Polpaico, y de no vender, el voto de los minoritarios tendría un peso importante. Por eso mismo es que en el mercado aún no dan por descartable que el grupo Hurtado Vicuña pueda elevar su oferta antes de partir con la OPA.

Cabe destacar que este proceso está supeditado a la autorización de la Fiscalía Nacional Económica (FNE) o el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), por lo que aún hay tiempo suficiente para continuar negociando.  Por ahora, desde el interior de los participantes minoritarios dicen que no ha habido ningún tipo de acercamiento.

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