Por José Carlos Prado

La reforma tributaria se convirtió en un salvavidas del gobierno. El propio ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, reconoció que el presupuesto fiscal del próximo año podría haber crecido menos de 1% sin los ingresos que se generarán por los nuevos gravámenes. Dato no menor, considerando que el jefe de la billetera fiscal envió al Congreso un erario que incrementa los recursos públicos en un 4,4% efectivo.

Según el informe financiero de esta ley, el próximo año se recaudarían unos US$ 3.700 millones, cifra que se sustenta en parte importante gracias al Plan para Disminuir la Evasión, el cual aportaría poco más de US$ 1.000 millones a dicha cifra.

Sin duda son montos relevantes, pero considerando los altos niveles de evasión que existen en Chile pasan a ser un porcentaje menor de lo que deja de ingresar a las arcas fiscales por este concepto.

Las cifras oficiales dan cuenta de una evasión de IVA del 22,2% en 2014, lo que equivale a unos US$ 6 mil millones. Si bien la tendencia de los últimos años es a la baja, sigue siendo elevada en relación a registros anteriores.

Sumado a lo anterior, en Chile también se observa un porcentaje alto de evasión de Renta. Consultado el Servicio del Impuestos Internos (SII) al respecto, explicaron que están trabajando en una determinación “más precisa” del monto, pero que las estimaciones la sitúan en torno al 40%.

Para el experto en temas tributarios y académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, Claudio Agostini, los últimos estudios demuestran que la evasión de este gravamen llegaría al 45%, por lo que ascendería a unos US$ 13.200 millones.

Con estos datos sobre la mesa, explica el economista, mientras la evasión de ambos impuestos superaría los US$ 19 mil millones anuales, el plan para combatirla de la reforma tributaria representaría un 6,8% de dicho monto, unos US$ 1.300 millones.

“Hay incertidumbre respecto de los que va a provocar la reforma tributaria. Si bien hay nuevas normas para combatir la evasión y la elusión, también se abrieron nuevos espacios que podrían aumentarlas. Hay un riesgo enorme a que aumente. Ejemplos de dónde se podría generar ese espacio de evasión es la convivencia de dos sistemas (semi integrado y de renta atribuida) y haber aumentado a $ 1.200 millones las ventas anuales para ser calificado como PYME, porque el 98% de las empresas en Chile quedarán como PYME”, sentencia Agostini.

El plan del SII

En 2014, el renunciado director del SII, Michel Jorrat, alcanzó a implementar un proyecto que sigue vigente y que busca reducir los altos niveles de evasión. El denominado “Plan de cumplimiento Tributario” no tiene metas explícitas respecto de los porcentajes de incumplimiento, ya que se plantea como objetivo alcanzar a recaudar el 0,52% del PIB que compromete la reforma tributaria esta área.

Consultados en el SII sobre los avances de esta iniciativa, señalaron que durante este año se están realizando más de 3.200 auditorías selectivas; 150 auditorías aleatorias; más de 200 mil verificaciones de cumplimiento tributario en terreno; casi 70 mil revisiones de selección masiva; 100 mil controles remotos de declaraciones y se han enviado 480 mil avisos electrónicos (emails) a los contribuyentes”.

En la entidad detallaron que “este nuevo modelo de fiscalización está basado en una matriz de riesgo fiscal, que incorpora diversas variables objetivas que permiten focalizar las acciones de control en aquellos contribuyentes que por sus características propias son más susceptibles de caer en conductas de incumplimiento.  Es decir, una estrategia basada más en la calidad que en la cantidad”.

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