Hace poco más de un mes, el controlador de SQM, Julio Ponce Lerou, dejó la presidencia y el directorio de la principal minera no metálica de Chile.

Su decisión de no repostular al directorio y, por ende, de dejar la presidencia, se desencadenó tras un mes de mucha presión para la firma y que su punto más álgido fue cuando los representantes de PotashCorp: Wayne Brownlee, José María Eyzaguirre y Alejandro Montero, tomaron la decisión de abandonar el directorio.

La acción de los representantes de la canadiense, de dejar el directorio, repercutió fuertemente en las acciones de la compañía y generó una oleada de amenazas de accionistas minoritarios que iniciaron acciones para presentar demandas  colectivas contra la minera.

Hoy, cuando se ha cumplido un poco más de un mes desde que Ponce saliera, analistas e inversionistas observan a SQM, y sacan conclusiones de lo que impactó en la firma la salida de su controlador de la alta dirección.

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¿Qué ha pasado en la compañía este mes?

Se han hecho tres cosas de mano de Patricio de Solminihac, el gerente general que reemplazó a Patricio Contesse, para recuperar las confianzas y la paz interior en SQM:

A) Poner fin a todos los contratos (ya no existen contratos de asesorías jurídicas ni comunicacionales. Darío Calderón e Imaginacción de Enrique Correa, siguen asesorando a Julio Ponce, pero no a la minera no metálica)

B) Se diseñó un nuevo protocolo de pagos de facturas y boletas, todo pasa por varios controles antes de ser autorizado, y no hay gastos que estén reservados sólo al arbitrio del gerente general.

C) Existe un nuevo gobierno corporativo, donde la gerencia de Control de gestión que dependía de Patricio Contesse antes, se trasladó al Comité de Directorio liderado por Wolf von Appen.

El directorio que es independiente y profesional, con relaciones obviamente algunos con el controlador, pero son profesionales. Se reúnen bastante seguido, con un rol activo en lo operacional y financiero, para sostener la empresa desde el punto de vista reputacional.

Han tenido un acercamiento tú a tú con los inversionistas, para poder responder todas las dudas que surjan con los procedimientos y manejo de la compañía.

Los frentes pendientes y abiertos

Pese a los cambios introducidos por la administración, quedan una serie de frentes abiertos, que escapan al proceder de la administración, ya que ninguno puede ser solucionado por la gerencia ni directorio.

Estos frentes son:

A) Queda pendiente saber si el Servicio de Impuestos Internos (SII) presentará o no una querella en contra de la compañía. Hasta el minuto hay una denuncia donde se han presentado una serie de boletas y facturas que la empresa no pudo asegurar que los servicios fueran prestados. Ante ello ya rectificó y los pasó a gastos rechazados, pagando por concepto de impuesto y multas cerca de US$ 11 millones por SQm y su filial SQM Salar.

B) Lo que hará la Superintendencia de Valores y Seguros. La Superintendencia formuló cargos en contra del ex presidente de la sociedad, Julio Ponce Lerou y los directores, Hernán Büchi Buc, Juan Antonio Guzmán Molinari, Wolf Von Appen Behrmann y el ex director Patricio Contesse Fica; por eventuales infracciones en la difusión al mercado de información esencial en los términos, forma, oportunidad y completitud que establece el marco legal y normativo vigente.

La SVS se encuentra analizando los descargos presentados por todos los ejecutivos, y resta que se pronuncie sobre si los multará.

C) Demandas de minoritarios en Estados Unidos. Hace unas semanas el juez de la Corte de Nueva York señaló que a fines de junio verá el tema y se pronunciará sobre si acogerá o no las demandas y cuál será el estudio de abogados que las liderará.

D) Securities and Exchange Commission: La SEC tiene que determinar lo mismo que la SVS. Si multa o no. Y para ello es clave el informe que está haciendo el comité ad hoc, el cual todavía tiene al menos 6 meses por delante para concluirlo.

¿Por qué es importante todo lo anterior?

Porque hoy está SQM en una etapa de transición, donde en cualquier momento pueden haber cambios considerables, pero para ello debe recuperar la “normalidad”.

Potash está en proceso de evaluación de su permanencia: si vende su participación, donde Israel Chemical aparece como una probable candidata a comprarlo, o bien si decide aumentar su participación y tomar el control real.

Hoy siente que con un 32% no controla la firma, para ello tendría que lograr un cambio de estatutos y está en proceso de análisis de que tan fácil es hacerlo… si ve una ventana, una opción, lo comprará.

La semana pasada el presidente de Potash dijo en una conferencia con inversionistas en Nueva York, que si Potash Corp no pudiera crecer a partir de sus participaciones minoritarias en la chilena SQM e ICL -con sede en Israel-, considerará si deberá mantenerlas.

Se estima que esto se definirá en tres meses o seis meses.

¿Cuáles son los pasos claves que vienen?

Potash si decide tener un control real de SQM, debe lograr un cambio de estatutos y, para ello es clave lo que suceda con Julio Ponce. Debe sentarse a negociar con él… no tiene otra opción.

Si decide salirse, se abre un frente de cierta incertidumbre. Israel Chemical ha señalado que tiene interés en SQM, pero también pueden aparecer otros actores, o bien Julio Ponce buscar un aliado.

Pero para que cualquier paso de estos se concrete, es clave el trabajo que está haciendo el comité ad hoc liderado por el Grupo Vial Serrano, Sherman & Sterling de Estados Unidos y un grupo de investigadores  forenses norteamericanos que están analizando en profundidad lo que sucedió en la compañía.

De ello depende lo que pase en la SEC... mientras eso no suceda, cualquier movimiento por el control de la firma es arriesgado.

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