AFP

Los responsables del grupo Volkswagen se enfrentarán este miércoles a las preguntas y a las críticas de sus pequeños accionistas en la primera asamblea general del grupo automovilístico desde que estalló el escándalo del 'dieselgate'.

Todavía quedan muchas incógnitas por despejar sobre el origen y las consecuencias del trucaje a gran escala de motores diésel, que provocó un terremoto dentro del grupo y en todo el sector.

En septiembre de 2015 Volkswagen confesó haber manipulado los motores de 11 millones de vehículos diésel para que parecieran menos contaminantes de los que en realidad eran.

Cerca de 3.000 accionistas acudirán este miércoles a Hanóver donde ya han anunciado que harán oír su voz a pesar de que su influencia es limitada porque solo representan el 11% de los derechos de voto.

El resto del capital está en manos de las familia Porsche-Piëch (52%), del estado regional de Baja Sajonia (20%) y del emirato de Catar a través del fondo Qatar Holding (17%).

Ulrich Hocker, presidente de la asociación DSW de protección de los accionistas, augura una asamblea general "muy particular, muy polémica", dijo a la AFP.

La asamblea debía empezar a las 08H00 GMT y podría continuar hasta muy tarde. Se trata del primer cara a cara entre los pequeños accionistas y el consejero delegado Matthias Müller, que llegó en septiembre pasado en sustitución de Martin Winterkorn.

El papel de Winterkorn y de los demás dirigentes en el 'dieselgate' todavía no está claro y será uno de los temas de la asamblea. Por el momento el grupo ha atribuido la responsabilidad del trucaje a un "pequeño grupo de personas" que habría actuado sin conocimiento de la dirección.

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