La agenda de acuerdos comerciales con América Latina pareciera ser un tema algo sensible por estos días en la sede de a Unión Europea (UE) en Bruselas.

El vicepresidente de la Comisión Europea responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, confirmó ayer que la modernización del Acuerdo de Asociación entre la UE y Chile está lista a nivel técnico, pero depende para su conclusión de “discusiones políticas” que espera lleguen “pronto” a buen puerto.

El “político letón”, según lo consignado agencia Europa Press, evitó responder así directamente a si prevé retrasar la conclusión formal del citado pacto hasta que se hayan celebrado en abril próximo las elecciones presidenciales en Francia, país que tradicionalmente se ha resistido a los acuerdos de libre comercio con naciones latinoamericanas por temor al impacto en su sector agrícola.

Un artículo del Financial Times señaló que Francia había persuadido a la UE para que posponga la firma de dos nuevos acuerdos comerciales hasta después de sus votaciones, lo que enfureció a otros Estados miembros proclives a su conclusión.

De hecho, la viceministra de Comercio Exterior y Asuntos Europeos, Martina Tauberová, escribió en su cuenta en Twitter que “el TLC entre la UE y Chile está cerca”. Y acotó: “La promoción de intereses comunes no se puede bloquear debido a la campaña electoral en un país miembro. La CE debe actuar en interés #EU exportadores”.

¿Y los plazos?

La Comisión Europea es la responsable de conducir las negociaciones comerciales en nombre de los 27 miembros de la UE, por lo que le corresponde a Bruselas decidir cuándo someter a rúbrica el acuerdo de Chile pese a las dudas de alguna capital.

Dombrovskis aseguró que no elude las competencias del Ejecutivo comunitario al no querer fijar aún un calendario claro para concluir el tratado con Chile y otros en fase final de negociación, como el de Mercosur o el de Nueva Zelanda, pero que es “importante” también atender a las “consultas” con los Estados miembro.

En todo caso, el vicepresidente comunitario, que precisó que en el caso de Nueva Zelanda aún hay asuntos sensibles que resolver en la negociación, confía en que las discusiones “políticas” que retrasan la conclusión del acuerdo con Chile “tengan resultado muy pronto”.

Los ministros europeos abordaron el estado de las negociaciones de distintos acuerdos comerciales internacionales durante el almuerzo en su reunión en Bruselas, en el que Francia apeló a la cautela y pidió a sus socios ser “particularmente exigentes”.

En declaraciones a la prensa a su llegada a la reunión ministerial, el responsable de Comercio en el Gobierno de Emmanuel Macron, Franck Riester, defendió que la UE debe “centrarse en la sustancia (de los acuerdos) y no en los plazos” y ha pedido tiempo para asegurarse de que la firma de nuevos convenios no dañe sectores “sensibles” como el agrícola en Francia.

Del otro lado, países como España, por ejemplo, defienden que los pactos negociados cuentan ya con salvaguardas importantes e incluyen cláusulas innovadoras en materia de género o medioambiental que los convierten en “ejemplo” de futuras negociaciones.

La secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, destacó la importancia de concluir y sellar acuerdos como el de Chile o Mercosur con celeridad, porque España considera que son “positivos” y porque le preocupa que su parálisis dañe la imagen de la Unión Europea como socio comercial.

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