El 7 de abril llegó hasta las dependencias de la Fiscalía Metropolitana Oriente, uno de los principales imputados del denominado caso Audio: Daniel Sauer.
El socio de la empresa Factop concurrió a las oficinas del Ministerio Público en la comuna de Las Condes para entregar una importante declaración judicial que terminaría uniendo esta causa, con otra mediática investigación que el ente persecutor sigue contra la Administradora General de Fondos (AGF) Sartor, el grupo financiero que también es indagado por la Fiscalía por sus últimas operaciones, la misma que, a mediados de abril, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) formuló cargos e inició un proceso sancionatorio en su contra.
Sauer, quien logró romper casi un año de prisión preventiva, declaró durante toda una jornada y su relato quedó plasmado en un informe de 15 carillas.
“Es importante destacar que los clientes de Factop tenían líneas de créditos, como Luis Hermosilla, Antonio Jalaff, María Leonarda Villalobos, entre otros. Era igual a cualquier factoring de Chile, es decir, una simple línea de crédito por la cual podían operar. Cada deposito está con su respectivo cobro de cheque”, partió señalando, el también socio de STF Capital.
Y es justamente, a través de esta firma, que todo se une con Sartor, a través de lo que Sauer explicó se llamó “Bono Bulla”, lo cual habría sido gestionado por Luis Flores, CEO de STF Capital.
“En diciembre de 2022, Luis Flores llega a mi oficina y me dice ‘cerré la colocación del Bono Bulla, este nos va a dar un protagonismo en la industria puesto que este año se han colocado muy pocos bonos y la U tiene caja de resonancia, este bono es por 10 mil millones de pesos, con tasa UF+8%, y 1/3 de este monto lo comprará el mismo SARTOR, es decir, nosotros compraremos 2/3 del bono, algo así como 6.600 MM de pesos”, partió explicando.
Sauer señaló que Flores manejaría el tema, pues ese año las utilidades de STF fueron de $1.400 millones. Además, se firmó un pacto con Larraín Vial, quienes dejaron el denominado “Bono Bulla” en custodia, por cerca de $3 mil millones. Pero Sauer agregaría a un actor más en el negocio.
“Cuando se realiza la colocación de este bono, acude a nuestras oficinas Michael Clark, él es el presidente de Azul Azul y se presenta como el principal dueño. Se ve muy contento por la colocación del bono y agradecido con Luis Flores por la colocación de este, donde me comentan que sería una gran publicidad para STF esta colocación y que se realizará publicidad en diarios y prensa”, reveló.
En esa misma línea, indicó que “los problemas con este bono ocurren desde el 24 de marzo de 2023, cuando la CMF suspende a STF. Es ahí que Larraín Vial ejecuta la custodia del bono al momento del vencimiento del pacto y este sale a UF+10,5%, originando pérdidas para STF de 1.300 a 1.400 millones de pesos, es decir, la misma utilidad que habíamos tenido como empresa en el año”.
La deuda de la Corfuch
Para Sauer, “el Bono Bulla tiene un fin, extinguir la deuda que tenía Azul Azul heredada desde Corfuch con la Tesorería General de la República. Si uno revisa la base de la concesión por la cual Azul Azul administra la U, extinguir esta deuda conllevaría implícitamente el aumento de la concesión en 15 años, esto es el 50% de los años por los cuales se concesionó el club, por la Ley de Sociedades Anónimas Deportivas”.
Los intereses de la Tesorería, agregó Sauer, serían mayores que los que irrogaría la emisión del bono, pues al aumentar los años de la concesión, se visibilizaba el proyecto del estadio para la Universidad de Chile. “Más años de concesión permite perfilar un financiamiento a más largo plazo, disminuyendo por ende la carga de este. Todo esto fue ideado por Michael Clark con Luis Flores”, cerró.
Sauer, dijo a los fiscales, veía algo “extraño”, ya que no hubo una colocación del bono. “Lo veo como un arreglo entre gallos y media noche. En la colocación de un bono debe haber oferentes de este, con ofertas de tasas que tales oferentes deben estar dispuestos a pagar, para así ver su tasa real que el mercado validó tal papel. Aquí hubo una fijación de precio de salida de UF+8% que lo decide Sartor que compra 1/3 y Flores que compra ⅔. Flores no ofrece el bono a ningún cliente, sino que se queda con el bono dentro de STF, endeuda la empresa y luego esta colocación le cuesta a STF entre 1.300 y1.400 millones de pérdida”, cerró.
Consultado Michael Clark, a través de los encargados de comunicaciones de Azul Azul, declinó referirse al tema, dado que se encontraba en la junta de accionistas de la sociedad; sin embargo, desde su entorno explicaron que la gestión del "bono Bulla" se hizo de acuerdo a la normativa vigente, que no hubo operaciones irregulares y que, efectivamente, se vio el tema con Luis Flores, entonces CEO de STF Capital.
Además, las mismas fuentes consultadas, agregaron que todo quedó registrado en las memorias de la firma, como también en los balances, dado que en esa época STF gozaba de una buena reputación, y estaba lejos de los escándalos financieros.