Por Paula Valenzuela y Paula Comandari

Al menos tres veces el Presidente Sebastián Piñera abordó este mes con el líder de RN, Mario Desbordes, la posibilidad de hacer modificaciones en el comité político de ministros. Quién es de la confianza de RN era una pregunta que entonces hacía el mandatario en su círculo.  

Por eso, para Renovación Nacional, el cambio no fue sorpresivo. Sí lo fue el día y la hora que finalmente sucedió.

Solo pasadas las 10:30 de este jueves, los líderes de los partidos oficialistas fueron notificados de que se concretarían unos ajustes al interior del gabinete.

Para la UDI el panorama fue distinto. La presidenta de ese partido, Jacqueline van Rysselberghe, dijo que el cambio fue “sorpresivo”. La senadora, dicen fuentes de la UDI, no había abordado el tema con el mandatario. Por el contrario, el gremialismo estaba conforme con el comité político. Hace tres semanas habían relevado el rol de la dupla de los entonces ministros Sebastián Sichel (Desarrollo Social) y Felipe Ward (Segpres) en la tramitación del ingreso Familiar de Emergencia.

En ese momento, Van Rysselberghe dijo que Sichel se había ganado el respeto de la UDI por cómo había negociado con la oposición. “Fue firme, fue un kamikaze”, se comentó. Eso, afirmaron, hacía un contrapeso claro a otra dupla, aunque con mucho más poder en La Moneda: los ministros Gonzalo Blumel (Interior) e Ignacio Briones (Hacienda), quienes han sido catalogados con un liderazgo más “dialogante”. Una suerte de “palomas” versus “halcones”, decían en La Moneda.

Pero eso se diluyó este jueves con el ajuste ministerial en Palacio.

El “luto” de la UDI

A las 13:38 horas se concretó la ceremonia de cambio de gabinete, esta vez -y por las circunstancias de la pandemia- fue realizada en el Patio de los Cañones.

A esas alturas todavía era un misterio a qué cargo migraría Sebastián Sichel. Hasta los últimos minutos, en privado, en la UDI afirmaban que seguían intentando “salvar” al exciudadano y exDC y dejarlo en el gabinete. Pero la decisión ya estaba tomada y tampoco había tiempo para echarla atrás. Hasta la propia timonel habría abordado con el Presidente, minutos antes del cambio, la situación en la que quedaba Sichel.

“Nos causa dolor, estamos de luto”, decían medio en broma y medio verdad sobre la salida de Sichel. Hace casi un año -el 18 de junio- había sido nombrado en una cartera estratégica para la UDI y en ese momento resintieron su llegada. Lo veían con recelo. “Las vueltas de la vida”, dijo Sichel hace unas semanas cuando fue consultado por esta nueva relación con el gremialismo.

Y la vuelta terminó en su salida del gabinete -incluso siendo el ministro mejor evaluado por sondeos públicos- a un cargo poco atractivo políticamente: la presidencia del Banco Estado.

“Es un ajuste político cuyo único objetivo es restablecer el orden interno, lamentamos desde la UDI que la única víctima fuera el ministro mejor evaluado del gabinete, el exministro Sichel. Esperamos de verdad que este sacrificio no sea en vano”, dijo la jefa de los diputados UDI, María José Hoffmann.

Sichel, comentan sus cercanos, se enteró cerca de las 10 de la mañana del cambio de gabinete y que posiblemente le pedirían su renuncia. Eso ocurrió con el transcurso de los minutos y le informaron entonces que tendría que dejar el gabinete; no le mencionaron una alternativa.

Sin embargo, más tarde recibió una llamada del propio Presidente Piñera, quien le pidió aceptar el cargo en el Banco Estado.

Los cercanos a Sichel del movimiento político Convergencia Liberal, no obstante, le sugirieron no aceptar el cargo que hasta ahora lo ven como una sepultura para su vida política. “No hubo tiempo para convencerlo”, dice un cercano a Sichel.

Pasadas las 15 horas, en tanto, el propio exministro escribió en su cuenta de Twitter: “Nunca imaginé ser ministro y agradezco profundamente la oportunidad que me dio el Presidente Sebastián Piñera de haberlo sido. Es tiempo de servicio, es tiempo de compromiso. Seguiremos haciendo todo lo posible para ayudar a las personas desde el lugar que el Presidente decida”.

¿Por qué sale el ministro mejor evaluado?

Luego de la ceremonia de cambio de gabinete -que finalizó a las 13:53 horas-, el ya exministro Sichel bajó por las escaleras ubicadas a los costados del Patio de los Naranjos, en Palacio. De frente, se encontró con Blumel, quien le tocó el hombro en signo de despedida. Sichel, sin responder el saludo, lo miró y siguió caminando.

La despedida fría es parte del ambiente que se vivió durante la jornada. Tanto la alta dirigencia UDI como la de RN relacionan la salida de Sichel a la presión ejercida por la dupla Blumel-Briones.

¿El motivo? En La Moneda afirman que los ministros que están liderando el acuerdo social con la oposición resintieron que Sichel defendiera a Desbordes en torno a abordar la condonación de la deuda del CAE en dicha mesa; cuestión que ya había sido descartada de plano por el propio Briones.

“Me carga vetar temas per sé, no sé cómo se está trabajando en RN u otro, pero lo veremos en la mesa y si se enmarca en estas tres cosas puede ser parte de la conversación”, dijo Sichel este miércoles, lo que varios interpretaron en La Moneda como una intervención indebida en un tema delicado y estratégico para el Ejecutivo: el plan de emergencia para enfrentar el Coronavirus, que aún no llega a puerto con la oposición.

Ese episodio, afirman las mismas fuentes, se habría sumado a la percepción de que Sichel se tomó muy en serio su rol de “halcón” y su popularidad en las encuestas.

Por eso, los reclamos internos de la alta dirigencia UDI iban hacia Blumel y Briones. Dicen que no resistieron a una dupla potente a su lado. Y no estaba en los planes, agregan, dejar a Ward sin Sichel en el comité político. Claudio Alvarado, entonces subsecretario de Desarrollo Regional -y quien terminó asumiendo en Segpres-, es militante UDI, pero hoy lo ven más cercano a Blumel que a sus filas.

La UDI, además, comentan, defendió la gestión de Ward, por lo que fue designado en Vivienda.

En Evópoli, partido en el que militan Blumel y Briones, en todo caso, descartan tajantemente que sus ministros o el propio partido estén detrás de la salida de Sichel.

De hecho, el senador Felipe Kast dijo: “Una vez más el hilo se corta por lo más delgado y los ministros independientes terminan sufriendo los costos de los enroques que muchas veces piden los partidos políticos. En el pasado me tocó sufrir justamente lo mismo y por eso mi total solidaridad con el ministro Sichel y espero que desde Banco Estado pueda seguir mostrando su vocación social”.

La apuesta por mejorar la relación con RN

“Esto fue un caramelo para RN”, decían en Chile Vamos sobre la integración del exdiputado Cristián Monckeberg al comité político.

Hace varias semanas que Desbordes había pedido representación justa en el comité político, pues su colectividad es la más grande, con mayor número de diputados y concejales y hasta hoy no tenía un militante en el equipo.

En el cambio de gabinete en medio del estallido social -entonces efectuado el 28 de octubre-, RN había perdido su representación en el comité político tras la salida de Cecilia Pérez, hoy ministra de Deportes. Y Evópoli, el partido más pequeño del bloque, quedó “sobrerrepresentado” con dos ministros en el comité político.

Pero eso no generó más ruido en su momento, dadas las circunstancias que entonces se vivían en el país. Solo en enero se rumoreó de un nuevo ajuste ministerial para equilibrar las fuerzas al interior de Chile Vamos. Así incluso lo pidió el presidente de Evópoli, Hernán Larraín Matte. Pero eso no prosperó.

Hasta la semana pasada, que el tema volvió a surgir. El diputado Desbordes pidió incluir al ministro Monckeberg (entonces en Vivienda) a la mesa de trabajo por el acuerdo social, aunque hoy recalcan que el partido solo dio la opción de designarlo en la mesa sin removerlo del Minvu.

Durante la semana, Desbordes también había sido crítico del gobierno por no incluir la condonación del CAE en el acuerdo nacional ni por patrocinar la extensión del postnatal. Conscientes de que se necesita “manejar” al entonces partido del Presidente, en el oficialismo -e incluso en La Moneda- admiten que, con este ajuste, la apuesta de Piñera es mejorar la relación con RN.

Asimismo, en Evópoli y en parte del gobierno subrayan que la salida de Sichel se debe justamente a esta petición de RN, pues, agregan, Desbordes buscaba ser oído por el Ejecutivo. De hecho, lo describen “silente” en sus últimas intervenciones en los comités políticos ampliados.

En el círculo de Sichel, en tanto, sostienen en privado estar conscientes de que RN no abogó por su salida del gabinete.

El propio Desbordes se encargó de enfatizar en sus declaraciones públicas que lamentaba la salida de Sichel, relevando su gestión y manifestándole su apoyo en las siguientes tareas.

“Sillitas musicales”

Desde la oposición, en tanto, criticaron el ajuste ministerial y lo catalogaron de irrelevante. “Estamos enfrentando la crisis sanitaria y económica más grande del último siglo y el Presidente se pone a jugar a la sillita musical”, dijo el líder del PS, Álvaro Elizalde mientras en el PPD reclamaron que solo se busca satisfacer a RN y la UDI. Así también lo dijeron en el Frente Amplio.

En el oficialismo también hubo críticas más allá de la evidente disconformidad UDI. En el matinal Bienvenidos, la directora de Libertad y Desarrollo (LyD), Marcela Cubillos (cercana a la UDI) dijo que no era necesario un cambio de gabinete.

“Si el tema es equilibrios políticos, no es necesario cambiar a un ministro que es independiente y que creo lo está haciendo muy bien. Perfectamente se pueden lograr esos equilibrios fortaleciendo al comité político de otra manera”, dijo.

Mientras en RN hubo un sector catalogado “más duro” que, en privado, consideró un “error” el cambio gestionado por el Presidente. Afirman que solo fortalecerá el liderazgo del timonel RN en momentos en que en noviembre deberá enfrentar una elección interna.

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