Varios capítulos marcan la antesala de la decisión de Cuba de impedir el ingreso a La Habana de Mariana Aylwin para recibir un premio póstumo en homenaje a su padre, el ex Presidente Patricio Aylwin.

La ex ministra estuvo en contacto desde mediados de la semana pasada con el canciller (S) Edgardo Riveros (DC), y en varias conversaciones se enteró de las gestiones de las autoridades cubanas para neutralizar su visita a participar del encuentro organizado por la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia, que encabeza Rosa María Payá, hija del fallecido líder disidente Oswaldo Payá, quien tenía una estrecha relación con la Democracia Cristiana. 

En conversación con T13.cl, Aylwin relata pasajes hasta ahora desconocidos de la trama que rodea su frustrado viaje a la isla.

“Llamé a Edgardo Riveros el miércoles o jueves informándole que yo iba a ir a Cuba a recibir este premio y el mismo día en la tarde él me llamó diciendo que el embajador de Cuba (Adolfo Curbelo) había pedido una entrevista y que había manifestado en forma muy diplomática su extrañeza de este viaje”, comienza relatando la hija de Patricio Aylwin.

La ex ministra le transmitió a Riveros que su visita a La Habana era una actividad privada a la que asistiría en representación de su familia, lo que -según comenta- el canciller (S) hizo ver al embajador.

“Posterior a eso la Cancillería cubana se comunicó con el embajador de Chile (Ricardo Herrera), y ya había rumores porque la gente que organizaba el evento estaba teniendo dificultades de que no iban a dejar hacerlo. El premio principal lo recibía el secretario general de la OEA, Luis Almagro, ese era el mayor problema para ellos, pero también viajaban varios extranjeros, como el ex Presidente de México, Felipe Calderón, que tampoco pudo viajar”, sostiene Aylwin.

La ex ministra dio a entender a las autoridades de RR.EE. que no pretendía generar una molestia al Gobierno cubano y defendió su derecho de ir a recibir al premio. Aylwin transmitió que de todas maneras realizaría el viaje. "Se lo hice saber a la Cancillería y obviamente que no me lo objetaron, ni nada”, afirma.

A esa altura, la hija del ex Presidente Aylwin manejaba algunos detalles de cómo avanzaba la organización del acto que se realizaría el 22 de febrero. Una de las informaciones era que finalmente el evento terminaría concretándose en la casa de la familia Payá. Por ello es que se coordinó que los invitados alojaran en un hotel cercano a la residencia para trasladarse caminando hasta el lugar.

La embajada de la República Checa incluso ofreció apoyo para los traslados, ya que, a esa altura, se daba por hecho que el régimen de Raúl Castro impediría el acto. 

“Finalmente la Cancillería cubana le comunicó al embajador chileno hace un par de días que el evento no se iba a realizar, que ellos no iban a dejar realizar el evento”, asegura Aylwin.

Para ese momento, sin embargo, la ex ministra ya había realizado gran parte de sus trámites para viajar, como obtener una visa de turista. Los problemas más notorios ocurrieron horas antes de embarcar, cuando Aylwin no logró realizar su check in online, ya que el sistema le solicitaba un contacto de desagravio.

Sin conocer dicho concepto, Aylwin terminó partiendo al aeropuerto el lunes sin su boarding pass y ya en el mesón de la aerolínea supo que no podría embarcar.

"Pregunté por qué y me dijeron que porque habían recibido una nota del Gobierno cubano de que no me iban a dejar entrar. Le pedí la nota, si podían darme una copia, me la dieron, y también pregunté si podía embarcarme hasta Panamá, porque hacía escala ahí, y me dijeron que no porque el pasaje era indivisible”, concluyó Aylwin.

Publicidad