El canciller de Chile, Heraldo Muñoz, aseguró que el Gobierno de su país no responderá más los "agravios" y "hostilidades" del presidente boliviano, Evo Morales, porque responden a una lógica de política interna y no a la relación bilateral entre los dos países vecinos.

"No voy a responder más las hostilidades, los ataques verbales y los agravios del señor Evo Morales. Cada día hay un nuevo agravio, Chile no va a entrar a ese tipo de intercambios", dijo el jefe de la diplomacia chilena en una rueda de prensa.

Muñoz respondió así al ser preguntado por las palabras del miércoles del presidente boliviano, quien dijo que la decisión de la Cancillería chilena de crear una Agencia de la Soberanía para defender sus intereses busca salvaguardar una "soberanía robada".

Morales se refería a las controversias que su país mantiene con Chile por el reclamo de una salida soberana al mar y por las aguas del Silala. En cuanto a la demanda marítima, que está siendo juzgada por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, el canciller chileno dijo que está tranquilo de cara al futuro porque "ningún tribunal le va a entregar lo que Bolivia demanda, que es soberanía".

Muñoz afirmó que la relación bilateral con Bolivia se ha limitado a "una política de hostilidad, de reiteradas demandas o anuncios de demanda, que lo que hacen es ponernos en una situación de pasado y no de futuro".

Chile y Bolivia mantienen sus relaciones diplomáticas suspendidas a nivel de embajadores desde 1978 después de que fracasaran las negociaciones que llevaban adelante los dictadores Hugo Banzer y Augusto Pinochet para encontrar una solución al conflicto marítimo.

El conflicto se arrastra desde el siglo XIX, cuando Bolivia perdió su acceso al mar en una guerra que libró contra Chile en 1879, conflagración en la que también participó Perú.

Ahora, por el Silala

El presidente Morales anunció hace algunos días otra demanda internacional contra Chile ante la CIJ por el uso, según dijo, "ilegal" y "abusivo" de las aguas del Silala, ubicado en la frontera entre los dos países. Bolivia defiende que el Silala es un río formado por vertientes cuyas aguas fueron canalizadas en 1908 al norte de Chile para el aprovechamiento de la empresa chilena Bolivian Antofagasta Railway. Chile, por su parte, sostiene que se trata de un río internacional y se apoya en un mapa que acompaña el tratado bilateral de 1904 para sostener esa postura.

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