"Declaro responsablemente que soy partidaria de la pena de muerte en casos de crímenes de alta gravedad que afectan a niñas, niños o adolescentes". Estas fueron las palabras del fugaz, pero polémico tuit que emitió la tarde del lunes la diputada Pamela Jiles en medio del revuelo por el caso de Tomás Bravo -cuyo cuerpo fue encontrado tras estar desaparecido- y de los menores Ian y Tamara, ambos fallecidos por disparos durante encerronas en la capital. 

Aunque la publicación fue borrada por la parlamentaria, los pantallazos de la publicación siguieron circulando durante la jornada, desatando una ola de críticas hacia la periodista, quien no ha descartado una candidatura presidencial.

Mientras que algunos recordaron que la carta de principios del partido Humanista establece que la pena de muerte es "la justificación del asesinato patrocinado por el Estado y sobre ello no hay fundamento válido alguno", otros le enrostraron que su declaración contrasta con lo que ella misma votó en 2018, cuando la Cámara de Diputados rechazó un proyecto de resolución que buscaba pedir al gobierno reponer la pena capital tras el caso de Sophie, una menor fallecida tras haber sido víctima de abuso sexual. En este enlace puedes ver cómo votó Jiles.

"No tiene por qué estar de acuerdo con ella misma", ironizó la diputada de Comunes, Claudia Mix.

Del mismo modo, otros recordaron que en agosto de 2019 Jiles pidió al gobierno remover a la entonces subsecretaria de Justicia, Carol Bown, luego que señalara que “entendemos que se haya levantado el tema de reponer la pena de muerte como una opción” en medio del impacto por el crimen de Ámbar Cornejo. 

"El Humanismo siempre ha estado y estará contra la pena de muerte, como ya lo dijo muy bien, hace casi 30 años, nuestra recordada diputada Laura Rodríguez. Seguiremos esa senda, luchando siempre contra la legalización de la pena de muerte", afirmó el diputado Tomás Hirsch, quien meses atrás dejó el PH tras diferencias con Jiles.

En tanto, el diputado de RD, Giorgio Jackson, atribuyó los dichos de Jiles a "populismo penal" en medio de un año electoral.

La pena de muerte fue derogada en Chile en 2001 luego de un debate de más de 11 años, en que se puso término a una sanción que -en la práctica- había sido desestimada tras el retorno a la democracia. De hecho, la última ejecución ocurrió en 1985 a los "psicópatas de Viña del mar". 

Y es que la pena de muerte es una medida que va a la baja. De acuerdo a cifras de Amnistía Internacional hasta finales del 2018 106 países habían abolido esta sanción para todo tipo de delitos. En tanto, países donde la medida sigue vigente han disminuido de manera considerable su aplicación: en Irán cayeron de 507 a 253 en ese año.

Por otro lado Chile ha suscrito tratados internacionales como la Convención Americana de Derechos Humanos y el pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos que impiden el reestablecimiento de esta medida. 

Hasta el momento la diputada no se ha referido a la polémica publicación. Desde el Partido Humanista, en tanto, declinaron referirse al tema.

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