El escenario era complejo y había pesimismo hace días. Y el golpe duro se veía venir sobre todo para la UDI. Entonces la pregunta en el gremialismo era cómo revertir ese escenario. Por la tarde del lunes, cerca de las 17:30 horas, los nueve senadores de la UDI se reunieron para abordar la acusación constitucional en contra de su ministro del Interior y reciente compañero de bancada, Víctor Pérez.

El plan de la UDI empezó a decidirse completamente no sin antes considerar la situación personal en la que estaba el exsenador: muchos en esa cita pusieron sobre la mesa que es un hombre que ha dedicado su vida a la política -40 años, dijeron, y 30 de ellos en el Congreso- entonces no podía terminar así. No se lo merecía, enfatizaron. Y la UDI no podía llevarse una nueva derrota política, pagar los costos otra vez, decían. No una vez más como ocurrió con Andrés Chadwick.

Para Pérez, uno de los caminos posibles era la renuncia. Sus cercanos dicen que incluso puso su cargo a disposición cuando se produjo el impasse con la argumentación sobre achacar la responsabilidad del orden público al ministro de Defensa, Mario Desbordes. El Presidente, pese a su molestia con ese error no forzado, la declinó en ese momento, recalcan, y también lo hizo esta vez. Pero el escenario era inevitable.

¿Por qué 40 años de vida política, de militancia y de cargos populares terminarían en una “injusta” inhabilidad por cinco años? Era la pregunta que rondaba en el círculo de Pérez. Una sensación con la que la UDI empatizó inmediatamente. El episodio no era comparable con Harald Beyer, el ministro de Educación destituído en el primer gobierno de Sebastián Piñera: el economista no era político de toda la vida, tendría otras opciones. Pero para Víctor Pérez todo podía ser más difícil.

El factor personal pesó, dicen, pero la UDI también pudo ver un objetivo político: “Alguna vez que gane la UDI y pierda el gobierno”, transmitió uno de los líderes gremialistas a figuras del gobierno en el Congreso.

Y ese “triunfo”, entonces, sería con una renuncia inmediata del ministro Pérez, “limpiando su nombre”. Pero ese no era el plan de La Moneda. Es más: desde la mañana de este martes -la acusación se inició a las 10:00 horas- desde Palacio insistían en que ese escenario era poco probable, no obstante; en la UDI ya se anticipaban: Víctor Pérez renunciaría. Así lo decidió definitivamente cerca del mediodía y terminó de comunicárselo al Presidente Sebastián Piñera a esa misma hora. A las 16:00 horas, entonces, tras sellada la derrota, desde la oficina de la Segpres en Valparaíso, Pérez comunicó al mandatario que concretaría su renuncia.

Fuentes UDI afirman que el exparlamentario y el mandatario, en todo caso, ya lo habían abordado el día anterior, pero Piñera se resistía a recibir esa renuncia, le pedía “pelear hasta el final“.

La UDI, sin embargo, se convenció de que sería la mejor salida para Pérez y el partido: salir jugando “por arriba” de la derrota y “de manera digna”. “El hecho de que Víctor Pérez se defienda como ciudadano en el Senado habla muy bien de él”, dijo tras la jornada la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe.

Las críticas UDI a Monckeberg

Los senadores de la UDI en su análisis decían que hace una semana y media sí estaban los votos; sin embargo, agregaban, hubo hitos que hicieron perder la acusación constitucional. Los argumentos de los abogados de Pérez generaron cuatro días siguientes de incertidumbre con parte de los votos de RN, pues, cercanos al ministro de Defensa, Mario Desbordes, hicieron ver la molestia que les provocó que apuntaran a su líder político.

Eso generó otro escenario, enfatizan en el oficialismo: que la oposición afirmara sus votos ante la débil unidad oficialista. Y esta semana, agregan, la fuerte intervención DC de Fuad Chahin hizo ver que se les propinaría una fuerte derrota.

El sábado, además, Evópoli congeló las relaciones con el gobierno a raíz del asesinato de un carabinero en La Araucanía, lo que coronó la falta de apoyo oficialista que sentían en la UDI para su ministro. Los seis votos de Evópoli de la Cámara siempre estuvieron asegurados, recalcan en ese partido, sin embargo, en el gremialismo rebaten que no se trataba de sus votos sino de “los otros votos”, en alusión al respaldo opositor.

Esos hitos durante los últimos se sumaron a la sensación de una parte de la UDI de que la defensa corporativa del gobierno al ministro Pérez había sido débil. La presidenta de la UDI se lo notificó varias veces al propio mandatario: su visión respecto a la gestión del ministro de la Segpres, Cristián Monckeberg, era crítica.

La sensación de que no se había puesto la misma fuerza que hubo para la acusación en contra del exministro Jaime Mañalich se instaló durante la jornada. Solo en las últimas horas, dicen en la UDI, se sintió el respaldo del gobierno con la presencia que tuvieron los ministro del comité político en el Congreso.

“Faltó un poquito más de fuerza en la Segpres, fue muy tibia quizás la conducta que se tuvo, la voz del ministro no se escuchó con toda la fuerza que a lo mejor hubiésemos querido todos, pero eso ya es un hecho de la causa. Lo que nos importa ahora es que esto abre un escenario distinto: el gobierno debe hacer ajustes ministeriales; ¿dónde? bueno, eso siempre será decisión del Presidente”, afirma a T13.CL el senador de la UDI David Sandoval.

El autogol opositor

La defensa de la Segpres ante las críticas de la UDI se justifica en dos hechos: estuvieron los 72 votos de Chile Vamos en contra cuadrados -100% asistencia pese a amenazas RN- y, dicen, el diseño en comparación con Mañalich fue distinto justamente a petición de Interior. Una muestra de ello, sostienen, es que esta vez la Segpres no monitoreó directamente a los parlamentarios oficialistas de la comisión que estudiaba la acusación -en este caso del UDI Joaquín Lavín-, pues Interior comunicó que ellos abordarían directamente esa gestión.

La gestión legislativa del ministro Cristián Monckeberg se hizo bien, pero esta vez era difícil poder salvar esta situación”, dice a T13.CL el presidente de RN, Rafael Prohens. Desde RN defendieron, así, la gestión de Monckeberg y algunos, de hecho, adosan las críticas UDI a una revancha ante la postura activa que Monckeberg tomó ante el Apruebo. “Aún no se recuperan del mazazo del plebiscito”, señalan en alusión a la derrota del Rechazo. La crítica de la UDI, por su parte, llegó al punto de que enrostraban que el senador UDI, Claudio Alvarado -exministro y exsubsecretario Segpres-, había tenido que ir a buscar respaldos opositores a la Cámara.

La desavenencia por la gestión en la búsqueda de votos opositores, tras la derrota de Pérez en el Congreso, a ratos pasó a segundo plano. 

“Qué descaro”, criticaban los parlamentarios oficialistas y ministros presentes tras el episodio que se dio en la sala: la oposición ingresó la petición de censura a la mesa de la Cámara inmediatamente luego de la acusación constitucional. Así, la presentación de ésta se produjo minutos después de la discusión del libelo. “El anuncio de la censura da cuenta de que para algunos en la oposición la política es un simple negocio en donde la transacción fue el ministro del Interior”, dice a T13.CL el senador Alvarado, una idea que fue repetida en el Congreso por sus pares.

El episodio, así, confirmó la sospecha oficialista de que la DC ya tenía entregados sus votos al Frente Amplio para asegurar la presidencia de la Cámara. Lo hizo ver de manera muy dura en su discurso en sala, en tanto, la jefa de bancada de la UDI, María José Hoffmann y le enrostró a la izquierda falta de carácter para hacer frente a la izquierda más extrema.

El futuro de Interior

“No es fácil encontrar ministro del Interior, se requiere a alguien que tenga experiencia, en fin, pero eso es algo que tiene que evaluar el Presidente. Nosotros podemos ayudar con algunas sugerencias, pero esta es una decisión de él que nosotros respetamos”, dijo la senadora Van Rysselberghe tras la jornada en la Cámara, en la que, en todo caso, estuvo presente toda la jornada.

Los nombres para reemplazar serán una urgencia en el gobierno y también en la UDI. La misma senadora da cuenta de un escenario complejo: ¿quién querrá asumir los costos de ser ministro del Interior?

Diputados de la UDI están por ahora bregando por que Jaime Bellolio (hoy vocero de gobierno), no asuma ese cargo para no poner en riesgo su capital político. Otros, en tanto, ponen sobre la mesa a los alcaldes Rodrigo Delgado (Estación Central) y Evelyn Matthei (Providencia) e incluso al senador Juan Antonio Coloma.

Desde RN tampoco se restan a la propuesta de figuras para el cargo. “Vamos a buscar nombres para tenerlos presente en el caso de que el Presidente nos llame. Tenemos nombres ya, pero decirlos es quemarlos y prefiero guardarme esa situación, también lo voy a conversar con la gente de la mesa”, dice a este medio Prohens.

¿Y el futuro de Pérez? Dicen que no puede dejar la política y que incluso puede ser una buena carta de consenso que lidere la UDI y así se apacigüen los ánimos ante la elección interna que se avizora. “Sería un buen constituyente”, agregan algunos UDI.

Eso, en todo caso, será tema una vez que el Senado resuelva el destino de la acusación constitucional probablemente la próxima semana.

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