El lunes llegará a Santiago el nuevo agente de Chile ante La Haya por la demanda boliviana, Claudio Grossman. Ese día, el abogado pretende concluir una ronda de conversaciones con dirigentes políticos tras ser nombrado en el cargo en reemplazo de José Miguel Insulza, quien terminó su gestión el miércoles para emprender una candidatura presidencial.

Grossman, decano emérito de Derecho en la American University y miembro de la Comisión de Derecho Internacional de Naciones Unidas, mantendrá ambas funciones, pero se radicará en Santiago. En este último cargo fue elegido hace tres semanas y en Cancillería consideran estratégico que lo mantenga, ya que genera importantes nexos a nivel internacional.

Tras el nombramiento como agente de Grossman reflotó el debate sobre la dedicación exclusiva en el cargo que debe tener y el propio abogado se encargó de hacer control de daños para frenar ese flanco. Grossman se contactó con dirigentes políticos para explicar su plan de acción, que tendrá como sede la oficina de la agencia chilena en calle Miraflores.

“Yo tuve ayer (miércoles) una conversación telefónica con él y me confirmó que se iba a dedicar en forma exclusiva con base de operaciones en Santiago”, dijo a T13.cl el presidente de la UDI, Hernán Larraín.

Grossman es el tercer agente chileno para la demanda boliviana, tras Felipe Bulnes e Insulza. En este sentido, el timonel gremialista es crítico con los cambios que ha experimentado el equipo que defiende a Chile ante el tribunal internacional. “Lamentablemente no ha habido continuidad en esto, no es razonable que tengamos a estas alturas tres agentes en tres años y ya no se aceptan más improvisaciones”, afirmó Larraín.

El debate sobre la dedicación exclusiva cruza al mundo político y diplomático. El senador DC Jorge Pizarro sostuvo que “a mí me informó el canciller que Grossman iba a tener dedicación exclusiva, salvo lo que son las clases”, y resaltó “el prestigio internacional” del nuevo agente.

A su vez, el ex embajador en el Vaticano, Pablo Cabrera, planteó que Grossman “es un excelente jurista, pero no tiene experiencia política ni diplomática. El ideal sería que viviera en Chile y se comprometiera con estos temas”.

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