En el comité político realizado sobre educación el día de ayer, la ministra de la cartera educacional, Adriana Delpiano, presentó la agenda legislativa que está impulsando el Gobierno.

Dentro de los plazos a los proyectos que se presentaron está tener aprobado en diciembre de 2016 la Política Nacional Docente, la Nueva Educación Pública y el proyecto de Educación Superior en julio de 2017.

Si bien la ministra reconoció que se han cometido errores en el proceso, como los cambios en los criterios para el inicio de la gratuidad en 2016 y el desaguisado que se produjo debido al borrador que subieron a la web del Ministerio de Educación (Mineduc), justificó la creación del Consejo Asesor para la reforma a la Educación Superior, señalando que hubo una apertura al diálogo con todos los actores, consignó La Tercera.

Delpiano explicó que el Mineduc y la Segpres expusieron la agenda legislativa como una forma de garantizar que las distintas leyes entren al parlamento a tiempo. Agregó que si “nos ajustamos a los tiempos, se podría cumplir con el calendario”.

Pese a que hubo presidentes de partido que se alinearon de forma pública con las fechas propuestas por el Mineduc y la Segpres, también hubo grandes críticas a la agenda legislativa.

El ahora senador independiente Alejandro Navarro, señaló que no entiende “para qué se ponen plazos si este gobierno ya demostró que no los cumple”. En tanto, Jorge Pizarro, senador de la Democracia Cristiana (DC) indicó que es un calendario “apretado, pero es posible cumplirlo manteniendo una buena coordinación y trabajo. Es apretado, pero hay que hacerlo”.

Por su parte, el senador Ignacio Walker (DC), parte de la Comisión de Educación dijo que “es una propuesta carente de toda realidad. Me imagino que es tentativa y preliminar, porque de lo contrario no se entiende”.

Walker añadió que “es una propuesta de trámite legislativo al borde de un ataque de nervios”.

Mientras tanto, Andrés Allamand, senador de renovación Nacional (RN) e integrante de la Comisión de Educación, explicó que “el nuevo calendario es aún más irrealista que todos los que con anterioridad ha presentado el Gobierno y no tiene absolutamente ninguna posibilidad de cumplirse”.

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