“¡Abuela, mírame!”, le grita Marisela Santibáñez a Pamela Jiles desde el auditorio para los invitados que los candidatos llevaron al último debate presidencial antes de las elecciones del 19 de noviembre.

Minutos antes del comienzo del foro en TVN, son pocas las escenas que llaman la atención de un salón en el que se pasean figuras del espectáculo, el deporte y la política.

Cada invitado hace un ingreso triunfal, perseguido por los flashes y las cámaras de TV.

Uno de los que llama la atención es el asesor chavista de Marco Enríquez-Ominami, el brasileño-ecuatoriano Amauri Chamorro, que saluda de beso y abrazo al ex futbolista David Henríquez, hoy transformado en candidato a diputado por el partido de ME-O.

Ambos sonríen y Chamorro le habla con acento argentino.

WhatsApp, selfies y farándula

Queda cada vez menos para el inicio y Karen Doggenweiler, la esposa de ME-O, se instala en el auditorio con su hija veinteañera y su hija preadolescente. Pero Doggenwiler parece una joven más mientras escucha audios de WhatsApp y se acomoda en una butaca.

Afuera del auditorio, en los pasillos de TVN, la que se toma las miradas es la candidata a diputada y ex panelista de televisión, Pamela Jiles, quien mientras su colega Marisela Santibáñez se pasea frente a las cámaras. Tambien llegó hasta el recinto el ex integrante de "Los Prisioneros", Claudio Narea, invitado por Guillier.

Las figuras de TV se entremezclan en un salón con políticos, entre ellos, Jorge Burgos (DC), Sergio Bitar (PPD), Matías Walker (DC), y la familia de Sebastián Piñera, que llegó casi en pleno salvo por la ausencia de Sebastián Piñera Morel, y que suben fotos a redes sociales.

La barra de ME-O contra Guillier

El debate ya va en su momento más tenso, en uno de los round entre Enríquez-Ominami y Guillier.
Este último evita responder las acusaciones de ME-O por un supuesto mensaje de un diputado radical que habría amenazado al candidato.

“¡Cobarde!”, le grita a una pantalla gigante que muestra la imagen de Guillier el asesor de Enríquez y su hombre de confianza, Camilo Lagos, mientras a ratos se escuchan aplausos solitarios de la “barra” de ME-O.

Ahora queda poco para el final, y varios preguntan cuánto queda para el término, como en un tenso partido de fútbol, hasta que el pitazo final llega.

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