Marco Enríquez-Ominami se refirió con duros términos a la bajada de Ricardo Lagos de la carrera presidencial y al abanderamiento de Alejandro Guillier en el Partido Socialista. El fundador del PRO aseguró en una carta a El Mercurio que el ex mandatario "quiso mostrarnos que el camino es la política, que ese es un camino largo y que hay trampa en los atajos".

En el documento continúa criticando el papel que ha tomado la centroizquierda chilena y especialmente el uso de "encuestas mal hechas" para abanderar candidatos. MEO aseguró que Guillier fue elegido por el PS solo por la "simpatía" que genera el periodista en los votantes.

"En la centroizquierda estamos confundiendo simpatía con empatía. La primera es fundamental en la televisión, pero improcedente en la política. La empatía, en cambio, es el corazón de la política, porque la política se trata de la preocupación por el otro", indicó.

El candidato utilizó todos sus dardos para criticar a su contrincante y sentenció que "en el periodismo es fundamental tener opinión, de todo y de todos. La política, en cambio, es el trabajo de tomar decisiones -desde la empatía-" a la vez que aseguró que "la centroizquierda también renunció a la gente. Y en vez de militar y votar, prefieren, simplemente, encuestar".

El aspirante a La Moneda reconoció la labor del ex mandatario en este proceso de elecciones y - sin desconocer las diferencias políticas con Lagos- reconoció que "se retiró antes del pitazo inicial de este partido que recién comienza, únicamente porque el socialismo se convirtió en un especulador de encuestas". 

El líder progresista concluyó señalando que hay una "curiosa coincidencia: la misma especulación que adora Piñera en la bolsa se produjo ahora con las encuestas y del otro lado de la cancha", 

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