Con 114 votos a favor, ocho en contra y 25 abstenciones, la Cámara de Diputados despachó este miércoles la ley que reduce la velocidad máxima permitida para conducir en zonas urbanas. 

De acuerdo a la iniciativa, los vehículos con un peso bruto menor a los 3.860 kilógramos y las motocicletas podrán circular a un máximo de 50 kilómetros por hora, 10 kilómetros por hora menos que el límite actual.

Según se explicó en el debate, al cual concurrió la ministra de Transportes, Gloria Hutt, esta modificación a la Ley de Tránsito viene a corregir una inconsistencia presentada en la tramitación del proyecto de ley que incorporó disposiciones sobre convivencia de los distintos medios de transporte y que obliga a los ciclistas mayores de 14 años usar la calzada y no la vereda.

Tanto el Ejecutivo como los parlamentarios defendieron la tesis de que una reducción general en el límite de velocidad urbano (las municipalidades cuentan con la facultad de disminuir la velocidad máxima permitida en ciertos perímetros de sus comunas) permitirá disminuir el número de accidentes y, más importante aún, las probabilidad de muerte de quienes resulten afectados por uno.

En Reino Unido se verificó que una reducción de 10 km/h en la velocidad de circulación en una vía urbana genera una disminución aproximada de entre 0.6 y 1.8 accidentes por año en cada vía. Igual medida en Australia implicó una baja de entre 8 y 21% del número de accidentes con heridos o muertos y un descenso de entre 25 y 51% del número de atropellos a peatones.

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