Durante buena parte de la tarde de este lunes, los senadores Juan Pablo Letelier, Jacqueline Van Rysselberghe y Carolina Goic -miembros de la comisión de Trabajo de la Cámara Alta- se dedicaron, en total reserva, a debatir los puntos estratégicos de la reforma previsional, que tanto la oposición como el Ejecutivo esperan termine en un acuerdo –lo antes posible- de manera de asegurarle a los actuales jubilados y a los que se pensionarán en el futuro mejores pensiones. 

El gran escollo de un potencial acuerdo sigue siendo el destino de la nueva cotización del 6%, cuánto de este porcentaje debiera ir a un fondo colectivo. Un conflicto no menor considerando que en la oposición indican “que el piso para firmar cualquier consenso es que se descarte de plano que una parte vaya a las cuentas individuales” como quedó zanjado en enero en la Cámara de Diputados. 

El tema comenzó a conversarse la semana pasada cuando en plena comisión de Trabajo, el ministro de Hacienda Ignacio Briones ironizó con la contradicción de discutir sobre la necesidad de doblar esfuerzos para mejorar las pensiones de los chilenos, cuando varios de ellos mismos habían votado a favor del retiro del 10%, una medida que según él, lo que hace es justamente avanzar hacia la dirección opuesta y mermar aún más los recursos para las pensiones futuras. Algo que no cayó bien entre los participantes que no concuerdan con el estilo duro y franco que ha tomado el titular de Hacienda, en contraposición de su par en trabajo, María José Zaldívar, quien se ha caracterizado por su estilo más dialogante en esta materia.  

En las conversaciones entre el ministro Briones y parlamentarios de oposición y de gobierno, el titular de Hacienda se ha encargado de recalcar que con el retiro del 10% hoy más que nunca la gente quiere para sí sus ahorros, y por lo mismo en el gobierno apuestan que el camino ya está zanjado, y no hay espacio para que todo el porcentaje vaya a un fondo común como quiere la oposición. 

El tema ha irritado a varios senadores. “Si el gobierno no quiere avanzar en un acuerdo, iremos por la vía constitucional, tal como lo hicimos con el 10%”, recalca el senador Letelier, quien agrega que la oposición está unida en esta cruzada, advirtiendo al Ejecutivo que esto “podría ser una nueva derrota”. 

Después del 10%

Es el propio Presidente Piñera quien le ha insistido a sus más cercanos que no hay espacios para modificaciones profundas, debido a que el acuerdo previsional se zanjó en enero pasado, cuando la Cámara decidió la fórmula del 3% para un fondo colectivo; y 3% para la cuenta individual, algo que es “incluso mejor que lo ofrecido por la propia presidenta Bachelet en la administración pasada”, dice una fuente de gobierno. Además cambiar de rumbo sería ceder, dejar de respetar los acuerdos y poner en jaque el buen entendimiento entre gobierno y oposición, lo que concuerdan varias fuentes, es “un peligro para la democracia”. 

Pero en la oposición recalcan que fue el propio mandatario quien en plena crisis por el retiro del 10%, señaló que “debía conseguirse un acuerdo para concretar una cirugía mayor al sistema de pensiones”, algo que desde la propia industria, admiten, entendieron como medidas que iban a mermar la actuación de las administradoras y con ello la posibilidad de que ellas gestionaran los nuevos recursos. Sin embargo, las cosas han cambiado radicalmente, afirman en Palacio, sobre todo después de que en cinco días se tramitaron más de 7 millones de solicitudes de retiro de manera expedita, y porque en “10 días después de realizada esa petición, lo que debería suceder es que las platas estén depositadas en las cuentas corrientes de cada uno de los chilenos”, tal como lo señala Fernando Larraín, gerente general de las AFP. 

“Eso puede generar que las personas se den cuenta que el sistema realmente funciona, de manera bastante más eficiente que el propio Estado que ha tomado varias semanas, incluso meses, antes de concretar las ayudas”, dice una fuente de gobierno, lo que podría generar un punto de inflexión en este conflictivo tema. 

Por lo mismo en el Ejecutivo se lo toman con calma, y esperan que Hacienda recién la próxima semana entregue señales sobre la propuesta de la oposición, aunque ya muchos apuestan que la fórmula será que la nueva cotización tenga un destino diverso. “Llegar a un acuerdo en agosto o en septiembre no cambia mucho las cosas, pero sí la percepción de la gente después de recibida su plata”, refuerzan en Palacio.

De hecho, en La Moneda esperan las próximas encuestas para medir el “sentimiento popular”, y así insistir con su diseño, sobre todo considerando que las proyecciones de las futuras pensiones no son alentadoras, y por eso esperan que “la oposición se vea obligada” a ceder, algo a lo que ni senadores ni diputados estarían disponibles, con otro ingrediente en juego: que incluso parlamentarios de gobierno puedan cruzar otras vez la vereda, lo que significaría un nuevo terremoto para la derecha.

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