A fines de la próxima semana, el Presidente Sebastián Piñera será anfitrión internacional por partida doble. El viernes 11 liderará la cumbre de Prosur, espacio que reúne a la mayoría de los países sudamericanos -con excepción de Venezuela- y en cuya creación el Mandatario chileno fue clave, al punto de que la primera reunión se realizó en Santiago en marzo de 2019. Y al día siguiente, también en La Moneda, se realizará un nuevo encuentro de la Alianza del Pacífico, iniciativa de integración económica que reúne -además de Chile- a Perú, Colombia y México.

En ambos casos, según dicen en La Moneda, la reunión será telemática, algo que se ha ido haciendo usual en medio de la pandemia de Covid.

Sin embargo, en el Gobierno ya confirman la presencia física de un Presidente: Iván Duque, de Colombia. Aliado clave de Chile en la región, en ambos países destacan que su viaje se producirá a menos de dos meses de una visita de trabajo que ya había realizado a Santiago, el pasado 8 de noviembre. Algo que se explica, además de por su buena relación con la administración Piñera, por el hecho de que Chile le entregará a Colombia la presidencia pro témpore tanto de Prosur como de Alianza del Pacífico.

En contraste, la reunión del organismo de integración sudamericano -emblemático para la gestión de relaciones exteriores de Piñera- tendrá una ausencia clave: la de Argentina. Pese a que se trata de un encuentro vía telemática, fuentes diplomáticas de ese país señalan que no habrá representantes del gobierno de Alberto Fernández en la reunión. Incluso, las mismas fuentes señalan que no habría representantes argentinos en dicha cumbre.

En círculos diplomáticos señalan que la ausencia argentina de Prosur se explica en primer lugar por la mirada crítica que Fernández mantiene sobre dicho organismo. En junio pasado indicó que “los EE.UU. rompieron el Unasur y crearon el Prosur”, mientras que en noviembre -en una conversación con el ex candidato presidencial Marcos Enríquez-Ominami, con quien mantiene una estrecha relación-, el gobernante transandino indicó que en “el Unasur que yo conocí nosotros convivimos con Piñera y (Alvaro) Uribe y no hubo ningún problema. Eso debe pasar porque la integración de un continente no puede estar supeditada a cómo vota un pueblo, estoy convencido de que esa es una mala idea”.

Con todo, en Santiago admiten que la relación entre Piñera y Fernández ha sido compleja.

Las críticas del mandatario argentino al manejo de la pandemia hace algunos meses gatillaron en su momento respuestas del ex ministro de Salud, Jaime Mañalich, de su sucesor Enrique Paris y hasta del embajador en Buenos Aires, Nicolás Monckeberg, quien advirtió de un “error” en los datos presentados por Fernández.

Ambos presidentes han conversado telefónicamente al menos en dos ocasiones. En abril pasado, luego de que Fernández sostuviera un polémico encuentro con la oposición chilena y los animara a “zanjar diferencias para recuperar el poder”, y en junio pasado, cuando dialogaron sobre estrategias para combatir el Covid.

La relación entre Santiago y Buenos Aires, además, incluye un foco de tensión -encapsulado por ambas Cancillerías- a raíz de la reclamación de soberanía transandina en territorios antárticos, lo que incluso choca con uno de los puntos de la frontera establecido en el tratado bilateral.

Duque, el aliado

Por otro lado, la presencia de Duque es valorada en el Gobierno chileno. Esto pues, aparte del hecho de que es la segunda visita presencial en menos de dos meses, se trata de la tercera en dos años: ya estuvo en Santiago en marzo de 2019, días antes de la primera reunión de Prosur, cuando sostuvo una bilateral con Piñera.

Además, ahora viajará con 7 ministros, quienes tendrán reuniones con sus pares chilenos para revisar la agenda bilateral. Se trata de los secretarios de Estado de RR.EE., Comercio, Medio Ambiente, Salud, Defensa, Transporte y Minas.

Además, Duque hizo un nuevo gesto al embajador de Chile en Colombia, Ricardo Hernández, al invitarlo -tal como lo hizo en las dos ocasiones anteriores que viajó a Chile - a viajar desde Bogotá a Santiago en el avión presidencial colombiano.

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