“Viva el cambio” fue el lema que utilizó el entonces candidato de la Alianza, Joaquín Lavín, para su campaña presidencial de 1999, en la que estuvo a punto de obtener un triunfo ante el abanderado de la Concertación, Ricardo Lagos.

El oficialismo llevaba 10 años en el poder, y la idea de una candidatura de centroderecha que prometía cambios generó alta expectación en la ciudadanía. Tanto que ambos aspirantes se enfrentaron a una dramática primera vuelta el 12 de diciembre de 1999, donde el resultado fue, Lavín obteniendo 47.51% y Lagos un 47.96%.

Ese día, desde el comando de Lagos anunciaron prematuramente que ellos ganaban en primera vuelta. Hablé directamente con Gutenberg Martínez para reclamarles, porque esa información era falsa y además, antidemocrática. Tuvieron que desmentirse de inmediato y en la tarde supimos que apenas habíamos tenido 31 mil votos de diferencia”, recuerda el senador Juan Antonio Coloma (UDI), quien era parte del comando del aspirante Lavín.

Junto al legislador, acompañaban a Lavín en su campaña gremialistas como Cristian Leay, Francisco de la Maza, Gonzalo Cordero y el fallecido Ernesto Silva Bafalluy, entre otros.

Fue una campaña muy épica y con mística. Movilizamos a mucha gente, es muy distinto a lo que se ve hoy. En esa época, los cierres de campañas eran en las calles, multitudinarios, ahora son todos en recintos cerrados y pequeños”, recuerda Leay.

Con todo, el 16 de enero 2000 la segunda vuelta sentenció la derrota del edil. Apostados en el Hotel Crowne Plaza, centro de operaciones del comando, Coloma describe que el alcalde se demoró muy poco en asumir los resultados.

“Siempre recuerdo que Joaquín Lavín me sorprendió con su velocidad para reconocer que perdimos. Aunque la diferencia final fue también escasa él decía que era necesario dar una señal de gobernabilidad”.

Así, pasadas las 20.00, Lavín fue junto a su familia a felicitar a Lagos al Hotel Carrera (hoy sede de la Cancillería), frente al Palacio de La Moneda.

“Sentimos una pena muy profunda, porque estuvimos tan cerca. Pero era nuestra primera campaña como coalición, y los resultados habían dejado en evidencia que en Chile había dos sectores políticos parejos y que los equilibrios por fin se habían establecido de buena manera”, recuerda el senador Coloma.

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