Por unanimidad, el Senado aprobó el general el proyecto que busca rebajar la dieta parlamentaria, como se denomina al monto mensual que reciben los legisladores por su labor, y que por ley equivale a la de los ministros de Estado.
Su monto bruto asciende a $ 9.349.851, lo que se traduce en cerca de 6 millones líquidos, dependiendo de los descuentos previsionales y de salud con que cuenta cada representante. La iniciativa despachada por la Cámara de Diputados busca que este monto se reduzca en un 50%, con lo que quedarían con un sueldo líquido en torno a los 3,5 millones de pesos. Actualmente la dieta equivale a 30 ingresos mínimos y es una de las mayores entre los países de la OCDE.
Este monto difiere de las Asignaciones parlamentarias, que corresponden a los fondos con que cuentan para el ejercicio de su labor, desde el pago de asesores, viáticos, pasajes aéreos, arriendo de vehículos, celular, arriendo de oficinas, entre otros, y cuyo tope es de $20 millones para los senadores y de $11 para los diputados.
Es importante aclarar que la aprobación en general corresponde a un primer paso, que también se denomina la idea de legislar. Esto es, iniciar el debate del contenido del texto, para lo cual se fijó un periodo para presentar indicaciones tanto desde el gobierno como del propio Congreso de cara al análisis que se dará en la Comisión de Constitución.
Aunque se fijó un plazo inicial del 20 de abril, esto podría modificarse producto del Coronavirus. De hecho, esta votación fue realizada por varios senadores a través de videoconferencia.
Uno de los temas que busca resolver el Senado es cuál será el organismo a cargo de determinar las remuneraciones de los parlamentarios y sus eventuales ajustes. Al respecto, ha trascendido que el gobierno se inclinaría por dejar esta labor en el Consejo de Alta Dirección Pública.
El avance en la iniciativa que busca rebajar la dieta parlamentaria se da en medio de la molestia de los legisladores tras los dichos del Presidente Sebastián Piñera, quien en una entrevista en Chilevisión salió al paso de las críticas por el costo del arriendo de Espacio Riesco como lugar de atención de casos de Coronavirus asegurando que este monto equivalía a lo que le costaba a Chile financiar un mes de la labor de un solo parlamentario.
Y se da, además, en medio del revuelo que generó la propuesta del ministro de Hacienda, Ignacio Briones, de rebajar de manera voluntaria y transitoria su remuneración en un 30%, como una señal en tiempos complejos para la economía nacional y de las propias familias.