El Tribunal Constitucional dio luz verde al proyecto que regula el voto chileno en el exterior. De esta forma la iniciativa podrá ser promulgada y debutar en las presidenciales de 2017.

Para participar de este proceso, los chilenos en el extranjero que deseen ejercer su derecho a sufragio deberán inscribirse sólo una vez para indicar su domicilio electoral en el extranjero y sólo deberán repetir este trámite si cambian de domicilio. La inscripción se podrá realizar ante el consulado respectivo o ante la Jefatura Nacional de Extranjería y Policía Internacional al momento de entrar o salir del país.

El proceso eleccionario se efectuará en papeletas oficiales de forma tradicional, y será el mismo día y en el mismo horario fijado para el proceso eleccionario en Chile, ajustado al huso horario del respectivo país. Podrán votar en las elecciones presidenciales -y sus respectivas primarias- además de plebiscitos.

Cada país que cuente con un consulado de Chile, contará también con una Junta Electoral, que será presidida por el respectivo cónsul e integrada, además, por otro funcionario del Servicio Exterior, que tendrá la función de secretario. Corresponderán al cónsul todas las funciones de delegado electoral.

Del padrón de chilenos en el extranjero, la Junta Electoral correspondiente - el consulado de cada país- elegirá a tres vocales para constituir cada una de las mesas receptoras de sufragios.

Por otro lado, la ley perseguirá y sancionará los delitos y faltas electorales que se cometan en el extranjero.

Según estimaciones del gobierno, de los cerca de 900 mil chilenos que viven en el extranjero, 450 están en condiciones de votar. 

El 92% de los chilenos que viven en el exterior se concentran en 15 países: Alemania, Argentina, Australia, Brasil, Bolivia, Canadá, Estados Unidos, España, Francia, Italia, México, Noruega, Suecia, Suiza y Venezuela. 

 

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