En el mundo existe un hongo asesino de árboles. Su nombre científico es Chondrostereum purpureum y popularmente se le conoce como plateado de frutales. Para los botánicos este hongo es el enemigo número uno de los árboles y de las plantas porque al estar en contacto con el corren el riesgo de morir y, además, de contagiar a las otras malezas. 

Sin embargo, a pesar de que este Chondrostereum purpureum es preocupante para la naturaleza, recientemente se dio a conocer que un hombre en la India fue contagiado con esta cepa de hongo. Algo que encendió la alerta en la comunidad científica, sobre todo porque muchas personas empezaron a comparar esta infección con lo que se vio en la serie "The Last of Us" de HBO Max. 

En la serie de HBO Max, basada en el videojuego homónimo de PlayStation, uno de sus grandes éxitos, muestra como el hongo Cordyceps infecta el cerebro de los humanos y los controla de tal manera que los convierte en zombies. Esa especie de hongo si existe en la vida real y causa un efecto similar a los insectos que afecta, como las hormigas.

Aunque esto no fue lo que pasó al hombre afectado por el espécimen asesino de árboles, el hecho de que un hongo propio de las plantas haya infectado a un humano, de todas maneras, es preocupante. 

El primer ser humano infectado por el hongo asesino de árboles

La revista Medical Mycology Case Reports informó que un hombre de 61 años tuvo durante tres meses síntomas de tos, fatiga, dolor de garganta y dificultad para tragar. Así que, al darse cuenta de que no paraba, acudió a un centro de salud en la India.

Los médicos, en tanto, detectaron que tenía un absceso de pus en el costado derecho de la tráquea. El hallazgo generó muchas dudas,así cultivaron este pus en una placa de Petri, las cuales fueron enviadas a un laboratorio afiliado con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Entonces, a través de pruebas de laboratorio, llegaron a la conclusión de que el paciente había sido infectado por el hongo Chondrostereum purpureum, convirtiéndose en el primer humano contagido por esta especie. El sujeto, en tanto, trabajaba como micólogo de plantas -un científico dedicado al estudio del reino fungi- pues ahí se podría haber contagiado.

Por suerte, tenía un sistema inmunológico saludable así que su infección no pasó a mayores. Como se documenta, le drenaron el pus y le recetaron dos meses de antimicóticos. Al cabo de dos años, no mostró signos del hongo en su cuerpo. 

 

 

 

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