Nuestro país experimentará un nuevo cambio de hora durante el próximo fin de semana. Esto quiere decir que nuestro país se despedirá del horario de verano y recibirá al de invierno, con el fin de aprovechar más la luz natural durante las mañanas. 

En concreto, el cambio de hora se realizará el día sábado 6 de abril a la medianoche. Es decir, cuando sean las 24:00 horas, los chilenos tendrán que atrasar sus relojes una hora, para así dar inicio al horario de invierno, el que permitirá tener mayor luz durante las mañanas. En tanto, los relojes deberían marcar las 23:00 horas.

Aunque esta medida busca reducir el consumo de energía eléctrica a nivel residencial, tiene algunas desventajas para las personas, ya que puede provocar desajustes en el organismo.

De acuerdo a la Clínica de la Universidad de Los Andes, el cambio de hora "desencadena un pequeño desajuste entre las señales externas (luz solar, temperatura) y las internas (ritmos circadianos controlados por el reloj biológico interno), pudiendo influir negativamente en el estado de ánimo y en el humor".

Asimismo, destacan que la modificación del reloj altera la secreción de melatonina, la hormona que regula los estados de vigilia y sueño en respuesta a la luz solar.

¿Qué puede causar el cambio de hora en las personas? 

La institución explica que el cambio de hora puede provocar somnolencia, cansancio, irritabilidad, estado de ánimo deprimido, nerviosismo, cefalea y dificultades para mantener la atención y la concentración, especialmente en personas que sufren enfermedades como epilepsia, migraña o deterioro cognitivo, así como en adultos mayores y lactantes.

Sobre esto, la doctora Larisa Fabres, neuróloga del Programa de Medicina del Sueño de la Clínica de la Universidad de los Andes, enfatizó al portal que "las molestias pueden ir desde cosas menores como cansancio, menos energía, algunos malestares gastrointestinales e incluso sentirse malhumorado o deprimido. Afortunadamente, nuestro organismo tiende a recuperarse con el tiempo y en unos tres a cuatro días estaremos regulados nuevamente". 

En esa línea, la experta entregó una serie de consejos para afrontar correctamente el cambio de hora y minimizar los efectos: 

  • Días antes de la modificación, realizar pequeños cambios de diez minutos día al realizar actividades habituales como acostarse, levantarse y en las comidas. 
  • No usar dispositivos electrónicos de manera abusiva antes ni después del cambio de hora, ya que la luz que emiten puede alterar las pautas de sueño
  • Hacer deporte suave, idealmente por las mañanas y nunca antes de acostarse, ya que aumenta la concentración de serotonina y de otros neurotransmisores en el cerebro.
  • Durante el fin de semana del cambio de hora, reducir la actividad y realizar cosas que exijan poco esfuerzo, para no acumular cansancio.
  • No dormir siesta hasta que el cuerpo se adapte a la modificación del reloj.
  • No consumir bebidas que tengan efecto sobre el sueño, especialmente durante la tarde, como café, té, alcohol, gaseosas de cola o energéticas.
  • No tomar medicamentos para dormir, ya que los efectos negativos del cambio de hora deberían desaparecer a los tres o cuatro días.
  • Exponerse a la luz solar durante una hora o dos después de incorporado el horario de invierno, porque podría ayudar a sincronizar los ritmos desestabilizados.

 

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