Este miércoles 26 de abril, se celebra el Día Mundial del Pene, fecha que aunque parezca mentira o una broma, se utiliza para celebrar la fertilidad, y a la vez para generar conciencia acerca de la práctica del sexo seguro, y prevenir enfermedades como el cáncer de próstata.

Es por esto, que en la conmemoración del aparato reproductor masculino, la Corporación Chilena contra el Cáncer de Próstata, busca seguir fomentando la necesidad de realizarse un chequeo prostático preventivo desde los 50 años.

Felipe Balbontín, Urólogo y Presidente de la Corporación Chilena contra el Cáncer de Próstata, comenta que “es necesario seguir fomentando el examen preventivo, debido a que es una enfermedad que no presenta síntomas y que con el envejecimiento de la población se hace más frecuente. Las mejoras en los diagnósticos y el avance de la ciencia, ayudan a mejorar las expectativas de llevar una vida normal si el cáncer es tratado a tiempo".

De hecho, el tratamiento que más efectos positivos ha tenido en el tiempo, es la braquiterapia prostática o semillas radiactivas, que es una modalidad de radioterapia que implica colocar fuentes radiactivas en la glándula prostática, donde la radiación puede matar las células cancerosas y causar menos daño al tejido sano cercano. Este tratamiento actualmente se encuentra disponible en el GES (Garantías Explícitas en Salud), por lo que se hace más accesible para los pacientes.
Los grandes beneficios de esta técnica, es que a diferencia de la radioterapia externa que se realiza en 35 sesiones diarias de lunes a viernes, la Braquiterapia se realiza en una sola sesión. La caída de la dosis de radiación fuera de la próstata es rápida por lo que los tejidos de alrededor reciben escasa o nulas dosis de radioterapia. 
 
Por otro lado, una cirugía presenta una probabilidad de impotencia sexual entre 50 y 70% e incontinencia de orina al menos durante 2-3 meses, a diferencia de la braquiterapia, que presenta una incidencia de impotencia sexual menor de 5% y ausencia de incontinencia urinaria. 
 
“El GES en Chile elevó los niveles de tratamientos disponibles, entregando terapias mínimamente invasivas como las semillas radiactivas. El problema es que estas posibilidades no están disponibles a través de todo el país, y tampoco son conocidas por todo el mundo médico, por lo tanto, el llamado es a poder seguir difundiendo este tipo de alternativas para lograr mejores resultados ante esta enfermedad”, finaliza el urólogo.
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