Hace exactamente un mes la Organización Mundial de la Salud (OMS) nos sorprendió diciendo que desaconseja el uso de endulzantes porque su consumo podría causar efectos negativos a largo plazo, como un mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares. Ahora se suma algo mucho peor: un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, en Estados Unidos, descubrió que en un popular endulzante hay un compuesto químico que daña el ADN de las células humanas.

Se trata de la sucralosa-6-acetato, un compuesto que se produce en el sistema digestivo después de consumir sucralosa y que puede causar daños en distintas estructuras del organismo. "Nuestro nuevo trabajo establece que la sucralosa-6-acetato es genotóxica", indicó la autora principal de la inestigación, Susan Schiffman, en un comunicado de prensa. 

Que esta sustancia sea genotóxica significa que produce daño directo en el ADN porque "rompe eficazmente el ADN de las células" una vez expuestas. Por otro lado, evidenciaron que tendría consecuencias negativas para la salud digestiva, porque recubre este sistema y produce intestino permeable: una enfermedad en la que las paredes del intestino filtran parte de sus contenidos al resto del organismo, en vez de desecharlos.

"Básicamente, hacen que la pared del intestino sea más permeable. Las sustancias químicas dañan las 'uniones estrechas', o interfaces, donde las células de la pared intestinal se conectan entre sí", finalizó.

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