Aunque suene como una broma contra los agujeros negros, la verdad es que los agujeros blancos sí existen e incluso algunos lo consideran como los hermanos menos conocidos de estos. 

Es muy normal ver todos los días noticias sobre los agujeros negros y cómo alguien descubrió más información sobre este fenómeno, lo que nos ayudará a entender mejor su comportamiento. 

Sin embargo, en pocas ocasiones o nunca, se habla de los agujeros blancos, aquellos con el mismo comportamiento que un agujero negro... pero opuesto. "Un agujero negro es un lugar al que puedes entrar pero del que nunca puedes escapar", dice el físico Sean Carroll, del Instituto Tecnológico de California, en un artículo en el portal Nova, según consignó BBC.

Por el contrario, el físico dice que "un agujero blanco es un lugar de donde puedes salir pero al que nunca puedes regresar".

¿Qué son los agujeros blancos?

Los agujeros blancos son la contraparte exacta de los agujeros negros. En vez de tragarse todo lo que se acerca a ellos, constantemente está expulsando y repeliendo la materia que llega a sus confines.

Con esa explicación es muy fácil entender su comportamiento. No obstante, existe un pequeño problema: se desconoce su existencia más allá de las fórmulas matemáticas y estos solo viven en los cálculos de físicos y astrónomos. 

"Los agujeros blancos son modelos teóricos que complementan a los agujeros negros", le dice a BBC Mundo el físico Edward Larrañaga, profesor del Observatorio Astronómico Nacional de Colombia.

"Al realizar las operaciones matemáticas de las ecuaciones que planteó Einstein da como resultado un agujero blanco", explica Larrañaga, "pero todavía no conocemos ningún proceso físico que de lugar a que se genere un agujero blanco".

Para los científicos, descubrir la existencia de un fenómeno como este serviría para comprobar fenómenos que, por ahora, serían imposibles. Es decir, gravedad negativa, una fuerza que haría caer las cosas hacia arriba, que el tiempo se suspenda o corra a la inversa. 

 

De todas formas, y aunque parezca imposible su existencia, los científicos prefieren decir que todavía no lo han encontrado. "La razón para sospechar que existen agujeros blancos es que podrían resolver un misterio: lo que sucede en el centro de un agujero negro", escribió el físico Marco Rovelli, del Centro de Física Teórica en Marsella, Francia.

"Vemos grandes cantidades de materia girando en espiral alrededor de los agujeros negros y luego cayendo dentro de ellos. Toda esta materia cruza la superficie del agujero, "el horizonte" o punto de no retorno, cae en picado y ¿luego? Nadie lo sabe", dice. 

 

Ese enigma es la clave para que algunos teóricos sostengan que el fondo de un agujero negro pueda estar conectado con un agujero blanco por un "agujero de gusano".

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