Hace poco más de una semana una extraña esfera gigante de color naranja apareció de la nada en la arena de una playa japonesa. El hecho llamó mucho la atención, pues justo el hallazgo se produjo en medio de los distintos avistamientos de ovnis (objetos voladores no identificados) en el cielo de Estados Unidos y Canadá, mientras que también seguían en boca de todos los famosos globos chinos "espías". 

Ocurrió en la paya Enshu, en la ciudad costera de Hamamatsu. Era una bola dura de 1,5 metros de diámetro anaranjada y las autoridades no podían explicar cómo llegó a parar ahí. De hecho, creyeron que hasta podía tratarse de algún elemento explosivo, pero esta fue sometida a una radiografia que arrojó que en su interior no había nada. 

Entonces, muchos también llegaron a pensar que podría estar relacionada con la vida extraterrestre, ya que justo pasó en medio de una semana un tanto mediática con respecto al espacio aéreo. Sin embargo, el misterio quedó resulto hace un par de días, según consigna The New York Times en una publicación. 

Mala noticia para los más curiosos puesto que, el objeto en cuestión, trata ni más ni menos que de una boya, de acuerdo a lo que indicaron las autoridades locales. Hiroyuki Yagi, funcionario de la Oficina de Administración de Tierras Costeras y del Río de la Prefectura de Shizouka, confirmó que solo era una boya perdida que se desplazó desde el mar y que será, eventualmente, desechada como chatarra.

Por otro lado, el Dr. Uwe Send, oceanógrafo del Instituto Oceanográfico Scripps de la Universidad de California, San Diego, dijo a NY Times que "es solo una boya normal (...) tal vez todos estén paranoicos debido a los globos" (haciendo alusión a los globos asiáticos que sobrevolaron el cielo estadounidense y fueron derribados. 

 

 

 

 

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