Parecía una noche normal, como todas las de su vida para Ruth Hamilton. “Tiene el sueño tan profundo que no se despertaría ni con un meteorito”, dice cierta frase que muchas veces hemos considerado como exagerada, pero que tras esta noticia puede que no lo sea tanto.

Ruth Hamilton despertó sobresaltada por un fuerte estruendo la noche del pasado 4 de octubre, cuando para su sorpresa, descubrió que un meteorito había atravesado el techo de su casa en la localidad de Golden, Columbia Británica en Canadá, y había aterrizado nada más ni nada menos que en su almohada, a solo algunos centímetros de su cabeza.

Como es lógico, la mujer saltó de su cama para llamar a emergencias y confirmar su sospecha: era un meteorito que ya está en manos de Peter Brown, un físico experto de la Universidad Western de Ontario, que lo analizará para buscar su origen.

“La única otra cosa que puedo pensar en decir es que la vida es preciosa y podría desaparecer en cualquier momento, incluso cuando creas que estás a salvo y seguro en tu cama. Espero no volver a darlo por sentado”, explicó la mujer al medio TVA nouvelles.

Los que presenciaron la explosión aseguran que parecía tratarse de un espectáculo de fuegos artificiales, aunque se dieron cuenta que era otra cosa cuando sintieron el fuerte estruendo tras el impacto.

Tras los hechos ocurridos, la mujer explicó que planea quedarse con la piedra ya que a sus nietos les encanta. “Quizás tiene miles de millones de años”, explicó.

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