Por lo menos desde hace 60 años, la reconexión magnética del Sol está más potente y esto es constante, lo que es más explosiva. ¿A qué se debe esto? Todavía no existían respuestas, hasta ahora. 

Científicos de la NASA llevan más de cinco décadas intentando averiguar por qué el Sol, a través de la reconexión magnética, emite una llamarada solar que dura varios minutos, pero que es lo suficiente para alimentar a la Tierra de energía por 20 mil años. 

Barbara Giles, científica del proyecto para la MMS (Misión Magnetosférica Multiescala) e investigadora en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, comentó, "en última instancia, si podemos entender cómo funciona la reconexión magnética, entonces podremos predecir mejor los eventos que pueden impactarnos en la Tierra, como tormentas geomagnéticas y erupciones solares".

NASA descubre por qué el Sol está más explosivo 

En concreto, las reconexiones magnéticas ocurren cuando las líneas de campo magnético de direcciones opuestas se fusionan, vuelven a unir y se separan, liberando grandes cantidades de energía que calienta plasma y empuja flujos de alta velocidad. 

El estudio, citado por MuyInteresante, dice que la teoría expuesta ahora intenta explicar y decir que la reconexión magnética es un proceso multifacético de conversión de energía que ocurre en el plasma.

En dicho proceso, las partículas cargadas en el plasma dejan de moverse como grupo durante la reconexión magnética rápida. Comienzan a moverse de forma independiente, dando lugar al efecto Hall y creando así un vacío de energía inestable donde ocurre la reconexión. La presión de los campos magnéticos alrededor del vacío de energía hace que el vacío implosione, liberando rápidamente inmensas cantidades de energía a un ritmo predecible.

Los científicos del MMS (Misión Magnetosférica Multiescala) de la NASA probarán su teoría con la ayuda de cuatro naves espaciales que orbitan la Tierra en formación piramidal, lo que les permitirá investigar el proceso de reconexión en plasmas sin colisiones a resoluciones más altas de lo que sería posible en la Tierra.

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