Ante la elección de algunas personas de optar por productos que no provengan de los animales, ha aparecido para veganos y vegetarianos la alternativa de la carne de laboratorio que cada vez se está haciendo más popular en el mercado y uno de los métodos para fabricarla es una impresora 3D.

Así al menos lo ha hecho un grupo de científicos de la Universidad de Columbia en Estados Unidos, quienes no solo lograron crear un trozo de carne de pollo gracias a la impresora de objetos en 3D sin efectos secundarios en su sabor ni digestión, sino que también lograron cocinarla a fondo con diferentes tipos de luz láser.

Según explican los propios “chefs” de laboratorio, imprimir carne y cualquier tipo de alimento en una impresora en 3D es relativamente sencillo, ya que estas máquinas permiten crear todo tipo de formas y texturas solo con introducir la materia prima dentro de ellas, aunque el verdadero problema es cocinar, ya que al exponerse al calor no se comportan de igual manera que los alimentos tradicionales.

Cómo se puede ver en el video, los ingenieros descubrieron que los diferentes tipos de luz cocinan la carne de diferentes maneras. Un ejemplo es que el láser azul es mejor para cocinar el interior del pollo, mientras que la luz infrarroja cercana y a media distancia sirven para lograr un dorado perfecto en la superficie de la carne.

¿Por qué no lo intentaron en el horno? Luego de tener listo el filete de puré de pollo artificial intentaron ponerlo en una cocina tradicional, pero la cocción fue irregular, dejando algunas partes crudas además de perder cerca del 50% de su tamaño.

Los resultados fueron publicados en la revista Science of Food, donde Jonathan Blutinger, autor principal del artículo, expresó que “cocinar es esencial para el desarrollo de la nutrición, el sabor y la textura en muchos alimentos, y nos preguntamos si podríamos desarrollar un método con láser para controlar con precisión estos atributos”.

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