Fue un hecho bastante desagradable. Esta semana un hombre en Tailandia fue sorprendido en el inodoro de su casa por una serpiente pitón que le clavó los colmillos en el pene.

El impactante encuentro de Attaporn Boonmakchuay con una pitón de tres metros de largo ocurrió cuando se alistaba para ir a su trabajo.

"Sentí como si me hubiesen cortado el pene. La serpiente se había enganchado muy fuerte", le dijo al diario Bangkok Post.

La pitón se había deslizado hasta su inodoro a través de las cañerías.

Pero ¿qué tan común es esto? Y¿qué otros animales pueden aparecer de pronto en tu baño?

Culpa de las ratas

Las historias de serpientes desplazándose por cañerías domésticas son bastante frecuentes, señala Geoff Jacobs, director de Queensland Wildlife Solutions, en Brisbane, Australia.

Su negocio es justamente eso: atrapar serpientes. Y lo ha hecho por más de 20 años.

"Las serpientes solo siguen el rastro de la ratas", explica. "En todas partes del mundo las ratas entran a las alcantarillas y las serpientes van tras ellas".

Y es ahí donde pueden llegar a tu baño.

"En la taza de tu inodoro tan solo hay una pequeña cantidad de agua. Las serpientes suben por una tubería seca y se topan apenas con unos cuantos centímetros de agua en el codo del retrete. Así que no se trata de un gran obstáculo cuando aprenden cómo pasarlo", señala Jacobs.

Cada año recibe al menos unas cuatro o cinco llamadas para retirar serpientes de algún inodoro. Generalmente serpientes de árbol, como la pitón arborícola verde.

"Es un trabajo terrible", dice. "Muchas veces te encuentras con un retrete que ha estado ahí por más de 30 años. La gente ve la parte que se limpia con regularidad, pero el resto nunca se ha limpiado. Así que cuando te toca sacar lo que está ahí y no es nada divertido", advierte, señalando que siempre lleva consigo una botella de desinfectante.

"Te toca agarrar la cabeza del animal o lo que puedas agarrar bien y jalar con fuerza".

De cuatro patas...

Ahora bien, si vives en un lugar donde es raro ver a una serpiente, siempre hay que considerar la posibilidad de que aparezca una rata.

"Eran cerca de las tres o cuatro de mañana. Estaba en mi cama", cuenta Tansy Aked.

Habla de una experiencia desagradable que vivió en su casa en Londres. Específicamente en Maida Vale, una zona bastante acomodada.

"Escuché ruidos de salpicaduras. Se oían bastante fuerte, como si alguien chapoteara en la bañera", dice.

"Por alguna razón pensé que se trataba de una rana. Creo que fue porque estaba medio dormida. Así que tropezando me fui al baño para descubrir que no, no era una rana".

"Lo que encontré fue una rata chapoteando en la taza del inodoro", comenta.

"Como el asiento estaba abajo, no lograba salir, pero lo estaba intentando con bastante insistencia".

"Bajé la tapa de un solo golpe y jalé la cadena. Por suerte se fue por el desagüe", dice Aked.

A la mañana siguiente revisó el estante debajo del fregadero y descubrió que las ratas también se habían paseado por ahí. Podía oírlas detrás de las paredes.

Llamó de inmediato a un exterminador, quien le explicó que las ratas habían llegado allí por el sistema de alcantarillado.

Y aunque resolvió el problema de Aked, le explicó que en un futuro más ratas podrían aparecer.

"Lo que más me asusta es que ha podido aparecer justo en el momento en el que te sientas en el baño", dice ella.

_______________________________

Advertencia: ¡cuidado con sus traseros!

Los pobladores de la localidad de Cork, en la República de Irlanda, recibieron una inusual advertencia el pasado mes de abril, luego que una persona mayor fuera mordida por una rata.

Un concejal le pidió a la gente "mantener abajo las tapas de sus inodoros cuando no los usaran y cuidar sus traseros", según informó un diario local.

El motivo: la sospecha de que ratas había entrado a las alcantarillas a través de una tubería rota.

_______________________________

De ocho patas…

En muchos países las arañas también son motivo de preocupación a la hora de ir al baño.

Aunque Jacobs lidia principalmente con serpientes, explica que las arañas también son un problema en Australia, especialmente las llamadas "arañas de embudo", altamente venenosas.

"Puede pasar cualquier cosa", dice. "Muchas arañas pueden viajar bajo el agua".

En el caso de las "arañas embudo", aunque si bien no pueden nadar, sí pueden aguantar hasta 30 horas bajo el agua.

"Pueden utilizar los pelos de su abdomen para atrapar una burbuja de aire, que les sirve para respirar y para flotar", explica el Museo Australiano en su sitio en internet.

Leyendas

Finalmente, hablemos de los cocodrilos.

Las historias de que estos animales viven en las alcantarillas de Nueva York han proliferado desde la década de 1930, pero lo más probable es que solo se trate de una leyenda urbana.

En París, sin embargo, en los 80's se encontró un cocodrilo en las alcantarillas bajo el Pont Neuf (Puente Nuevo) que a pesar de su nombre, es el puente más antiguo sobre el río Sena en su paso por la capital francesa.

Eso sí, hasta ahora no hay registro de que un cocodrilo haya logrado pasar por el codo de algún retrete, así que pueden estar tranquilos.

Publicidad