Fue un ataque de pura maldad.

En la ciudad de Sonora en México un grupo de hombres se desquitó con un perrito y le amarraron unos fuegos artificiales en su hocico.

Tras estallar, la mascota llamada Braveheart perdió su mandíbula al ser destrozada cuando explotó la pirotecnia. 

La situación de maltrato animal se hizo conocida en la zona y los integrantes del recinto "The Saving Huey Foundation" en California decidieron adoptar al perrito y cuidar de su salud.

La mascota tuvo que esperar meses en México antes de su viaje debido a las complicaciones que enfrentó. Incluso pensaron en sacrificarlo ante la desesperanza de su estado y de las pocas expectativas del viaje de hasta 11 horas hacia Estados Unidos.

Sin embargo, y luego de cuatro cirugías de reconstrucción en su hocico y mandíbulaBraveheart pudo volver a ladrar y se encuentra en recuperación en la Fundación a la espera de su adopción

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