De leones y cocodrilos a dragones y aves fénix, animales tanto reales como imaginarios cautivaron la imaginación del siglo V hasta el siglo XV.

Hetta Howes, experta en literatura medieval, explora las criaturas sobre las que más se escribía en bestiarios del Medioevo: escritos pseudocientíficos que buscaban educar y entretener.

"Cada criatura del mundo

Es como un libro y una imagen

Para nosotros, y un espejo".

Eso escribió el teólogo y poeta francés del siglo XII Alan de Lille.

Sus palabras evocan una creencia generalizada de la Edad Media: que cada piedra, planta y animal, por humilde que fuera, desempeñaba un papel en el gran diseño de la creación de Dios.

Los humanos podían leer la naturaleza, como un libro, para revelar e interpretar la verdad espiritual.

Mientras que algunos animales, como las mascotas domésticas y los que les ayudaban en el campo, así como las criaturas de los bosques eran familiares, otros eran una maravilla lejana, descritos por viajeros o por los que volvían de las Cruzadas.

Una gran cantidad de estos animales, desde el unicornio milagroso hasta la mosca molesta, encontraron su hogar en el bestiario latino medieval, que se convirtió en un género de gran éxito en el siglo XII.

Eran compilaciones pseudocientíficas que se basaban en leyendas populares, fuentes clásicas y escritos patrísticos para crear descripciones de animales que además incorporaban la alegoría y la moralización cristianas.

Se decía que observar el comportamiento de un zorro podía ayudar a los lectores a no caer en los trucos del diablo. Las viudas, por su parte, debían seguir el ejemplo de la tórtola, un pájaro que nunca se vuelve a casar, y siempre añora su primer amor.

Los bestiarios, a menudo bellamente ilustrados, eran muy entretenidos, pero también tenían usos más serios: los predicadores podían sacar de ellos material para sus sermones y los manuscritos se podían usar para enseñarle ciencia a los niños en las escuelas.

Es discutible si toda la gente de la época realmente creían que animales como la temible mantícora (una criatura que tenía el cuerpo de un león rojo, una cabeza humana y tres hileras de dientes filosos, y a veces alas parecidas a murciélagos), en realidad existían, pero mucha ciertamente sí.

Lo que era más importante, según san Agustín, era lo que estos animales simbolizaban y lo que podían enseñarnos.

Aquí hay un desglose de 9 de los animales más extraños y maravillosos que se pueden encontrar en el bestiario medieval y en las enciclopedias de la historia natural. Algunas son leyendas, otros, animales conocidos con asociaciones sorprendentes.

1) León

El león es el rey de los animales. La mayoría de las descripciones y leyendas medievales sobre él dependían de su fuerza y ferocidad, con una gran excepción: a los leones, según aseguraban, les aterrorizaban los gallos blancos.

Los bestiarios registraban la capacidad de los leones para dormir con los ojos abiertos, un rasgo que se utilizaba para alentar la vigilancia en los lectores y alegorizar a Cristo: Cristo dormía corporalmente en la cruz pero mantenía despierta a su divinidad, como el león que duerme, pero nunca baja su guardia por completo.

Del mismo modo, los bestiarios describían que las leonas daban a luz cachorros muertos, pero después de tres días el padre regresaba y rugía sobre los cachorros, o la madre respiraba sobre sus rostros, para revivirlos.

Tales asociaciones de leones con Cristo y la resurrección han llevado a la creación de uno de los leones más famosos de la literatura moderna: Aslan.

En una famosa escena de El león, la bruja y el armario de CS Lewis, el rey Aslan se sacrifica para salvar a su pueblo y luego resucitar de entre los muertos para reclamar el reino de Narnia.

2) Unicornio

Uno de los animales más famosos del bestiario medieval, el unicornio, es un animal pequeño y feroz con un cuerno en el centro de la frente.

La creencia más duradera y popular sobre el unicornio es que no puede ser capturado por un cazador.

Entonces, ¿cómo atrapas un unicornio?

Según bestiarios medievales, debes guiar a una virgen a la mitad del bosque y dejarla allí mientras te escondes y esperas cerca. El unicornio caerá presa de tu trampa al saltar al regazo de la virgen.

Pero mientras que los recuentos modernos enfatizan en gran medida las cualidades positivas del unicornio, en la Edad Media las asociaciones vinculadas a esta criatura eran menos nítidas.

Por ejemplo, en una popular compilación medieval de las vidas de santos, llamada "La leyenda dorada", el unicornio se convirtió en una alegoría de la muerte, persiguiendo a la humanidad incesantemente.

3) Cocodrilo

El cocodrilo amarillo, que proviene del río Nilo, es un animal de cuatro patas armado con dientes y garras feroces, así como una piel increíblemente dura.

Su aparición en los manuscritos medievales es muy variable, en gran parte porque los autores e ilustradores tuvieron que confiar en la información de segunda mano.

Aunque algunas iglesias importaron y exhibieron cocodrilos naturalizados como mirabilia (maravillas), los presentaron como dragones en lugar de cocodrilos, lo que se sumó a la confusión.

Los cocodrilos solían pintarse lo más terroríficos posible, pero las imágenes variaban de algo que parecía una serpiente a un canino de orejas largas o un cerdo con pezuñas hendidas.

Los bestiarios y enciclopedias medievales decían que los cocodrilos eran crueles y tenían tendencias devoradoras de hombres, y usaban a la bestia como un símbolo para las personas hipócritas.

De hecho, el famoso dicho sobre las lágrimas de cocodrilo proviene de esta asociación: aparentemente los cocodrilos no pueden resistirse a comer a ningún humano que encuentren, pero siempre derramarán lágrimas hipócritas sobre el destino de sus presas.

Un aspecto positivo, sin embargo, era que se decía que el estiércol de los cocodrilos creaba una lujosa crema de belleza, que las prostitutas viejas y arrugadas podían aplicar a su piel como una máscara facial.

4) Mantícora

La mantícora fue una adición verdaderamente terrorífica al bestiario medieval.

Con la cara y la barba de un hombre, un cuerpo rojo y del tamaño de un león, ojos azules y tres hileras de dientes, se decía que la criatura venía de la India y tenía una voz horrible: un cruce entre una flauta y una trompeta.

Tenía cola de escorpión con aguijones en cada lado, y se decía que picaba tan rápido con esta arma que cualquiera que se acercara se enfrentaría a una muerte segura.

Una opción para quienes se toparan con la mantícora era atacar desde la distancia, pero con cuidado, ya que la mantícora también podía utilizar su cola como arco y flecha.

Rápida como un ciervo, la criatura era cruel y ansiaba carne humana.

Sólo el elefante podía sobrevivir a su veneno, por lo que una forma de vencer a la mantícora era atacarla con un ejército de elefantes mientras le disparaban flechas.

5) Zorro

Uno de los animales más populares en la literatura de la Edad Media era el zorro.

De color rojo o azulado, siempre tenía una cola espesa y con frecuencia se ilustraba con un pájaro en la boca. Tenía patas rápidas y nunca corría en línea recta, lo que lo hacía parecer astuto y engañoso.

Cuando tenía hambre y no podía encontrar nada para comer, el zorro rodaba en tierra roja, para parecer ensangrentado y aguantaba la respiración, haciéndose el muerto. Así, cuando los pájaros aterrizaban sobre él, aprovechaba la oportunidad para devorarlos.

Los bestiarios trazaban paralelismos entre esta práctica de zorro imaginada y las acciones del diablo, quien arrullaba a los cristianos a una falsa sensación de seguridad y luego los arrastraba al pecado con la tentación.

Las imágenes de zorros proliferaron en la segunda mitad del período medieval, en gran parte debido a la popularidad de las historias sobre Reynard el Zorro, el personaje principal en un ciclo popular de fábulas medievales.

Una versión de Reynard incluso se coló en "Los cuentos de Canterbury" de Geoffrey Chaucer, donde un zorro engaña al gallo Chauntecleer para que cante para él con los ojos cerrados, para poder capturarlo.

En humorísticas ilustraciones marginales de manuscritos medievales, el zorro a menudo puede verse con el atuendo de un caballero o un clérigo, satirizando la sociedad cortesana y la corrupción de la Iglesia cristiana.

6) Fénix

El fénix era un pájaro mítico fabuloso, de color rojo violáceo, con una cresta (a veces dorada) y plumaje.

Vivía en las regiones de Arabia y por lo tanto se asociaba con las maravillas exóticas de Oriente.

Muchas fuentes describieron el fénix como del tamaño de un águila, pero su característica más distintiva era la inmortalidad.

Después de 500 años, cuando el pájaro se sentía envejecer, construía una pira funeraria y usaba el Sol para prenderse fuego. En el noveno día, se levantaba de las cenizas.

Los fanáticos de Harry Potter pueden recordar al amado fénix Fawkes, que es compañero y defensor de Albus Dumbledore. Fawkes ayuda a Harry a derrotar al basilisco de Slytherin (una serpiente con cresta que puede matar a un hombre con una sola mirada, y que aparece en bestiarios medievales como rey de las serpientes).

Fawkes es inmortal, pero JK Rowling mejoró las propiedades medievales del ave al darle también poderes curativos y la capacidad de atacar al basilisco: en sus historias le saca el ojo a la criatura.

7) Comadreja

La humilde comadreja era un animal sorprendentemente popular en enciclopedias medievales, ilustraciones, fábulas y bestiarios.

Astuta por naturaleza, algunos decían que la comadreja concebía a través de su oreja y daba a luz a través de su boca, mientras que otros atestiguaban lo contrario. De cualquier manera, la mayoría estaban de acuerdo en que las comadrejas podían concebir sin tener relaciones sexuales, y por lo tanto se convirtieron en una alegoría perfecta para la figura cristiana de la Virgen María.

La comadreja también se usó para representar la predicación: de acuerdo con algunas fuentes medievales, procreaba con su boca, del mismo modo que un predicador con talento puede "crear" buenos cristianos a través del desempeño verbal.

Sin embargo, al igual que muchos animales medievales, la comadreja es ambigua porque algunas fuentes asociaban al animal con la licencia sexual: Geoffrey Chaucer, por ejemplo, describe a Alison, una mujer desvergonzada y adúltera en "El cuento del molinero", como una comadreja.

La comadreja supuestamente era experta en medicina y por eso podía revivir a sus hijos muertos; la abadesa alemana Hildegard de Bingen prescribió una mezcla de corazón de comadreja y cera derretida para la sordera y las infecciones del oído.

Para los fanáticos de Harry Potter, según la leyenda medieval, la comadreja es el único animal que puede derrotar al basilisco, aunque la serpiente también puede morir si se mira en el espejo, y le tiene miedo al cacareo de los gallos.

8) Buitre

El buitre es uno de los animales más sorprendentes en el repertorio del bestiario medieval.

Dado que se alimenta de la carne muerta de humanos y aparentemente puede oler cadáveres incluso a través de extensiones de agua, es de esperar que posea asociaciones negativas.

Sin embargo, la mayoría de las descripciones e imágenes medievales de esta ave son positivas.

Se creía que los buitres hembra, como las comadrejas, procrean sin ayuda del macho, y por lo tanto se convirtieron en un símbolo de castidad.

También se decía que estaban dotados de poderes de predestinación: si los buitres seguían a un ejército a la batalla, se predecía que muchos hombres caerían.

Los descendientes de estas aves -decían- vivían durante mucho tiempo, hasta 100 años, y según algunas fuentes medievales, su sangre podía usarse para curar la lepra.

9) Dragón

El dragón medieval, que se creía que era el animal más grande de la Tierra, era más parecido a una serpiente que las bestias dentadas y resplandecientes del cine.

Con cresta, una boca pequeña y tubos angostos a través de los cuales aspiraban y sacaban la lengua, el poder del dragón no estaba en sus dientes sino en su cola. No era venenoso, sino que lo mataba por estrangulamiento o por el látigo de su cola fuerte.

Se decía que el dragón venía del aire, pero vivía bajo tierra y estaba aterrorizado por el agua. Su principal enemigo, el elefante, da a luz en el agua para proteger a sus bebés de las garras del dragón.

Clasificado como una bestia depredadora y un animal diabólico, el dragón aparecía a menudo en bestiarios medievales como el adversario de los cristianos y unos santos particulares.

En una famosa leyenda, Santa Margarita de Antioquía fue encarcelada por un pretendiente despreciado y fue atacada por el demonio en forma de dragón. Se la tragó, pero la cruz que ella llevaba puesta le irritó tanto la garganta que tuvo que regurgitarla y Margarita salió triunfante.

Los dragones medievales también eran una característica común de los romances caballerescos.

Así que ahí los tienes: una pequeña muestra de la gama de animales que se pueden encontrar en el bestiario medieval. Si el mundo medieval es como un libro, entonces animales como estos pueden ayudarnos a leerlo.

Publicidad