A todos nos cuesta encontrar regalos originales, pero en Finlandia tienen una ventaja. Allí empezaron a fabricar ropa ¡hecha de madera!

En una reciente gala estatal, la primera dama finlandesa lució un vestido hecho de abedules del país.

No fue una elección casual: lo usó para apoyar una nueva tecnología que podría reducir el daño ambiental causado por la industria de la moda.

El vestido que lució Jenni Haukio, poeta y esposa del presidente, fue creado por académicos de la Universidad Aalto de Finlandia utilizando una nueva tecnología sostenible, llamada Ioncell.

Sus creadores dicen que el proceso es más respetuoso con el medio ambiente que usar algodón o fibras sintéticas y hace uso de madera que de otra manera se desperdiciaría.

En los bosques del este de Finlandia se realiza un proceso de reducción de árboles para hacer espacio para que otros crezcan, y estos abedules más pequeños se están convirtiendo en la fuente de la ropa.

Una tela "suave y bella"

Este proceso crea fibras textiles a partir de materiales como madera, periódicos reciclados, cartón y textiles viejos de algodón, que se pueden convertir en vestidos, bufandas, chaquetas e incluso fundas para laptops.

La profesora Pirjo Kaariainen de la Universidad Aalto está satisfecha con los comentarios sobre el vestido.

"Fue diseñado por un joven estudiante de moda y diseño aquí en Aalto, que quiso mostrar su respeto por la naturaleza finlandesa y por la tradición del país de tener mujeres fuertes".

La docente resalta que la fibra funciona bien para la fabricación de ropa porque es "suave al tacto, tiene un brillo precioso y cae de forma muy bella".

Hay una creciente demanda para que la industria de la moda reduzca urgentemente sus efectos dañinos sobre el medio ambiente.

Moda sostenible

La industria causa el 10% de las emisiones globales de carbono y utiliza casi 70 millones de barriles de petróleo cada año para fabricar fibras de poliéster, que pueden tardar más de 200 años en descomponerse.

Las microfibras de plástico de la ropa sintética son parte del enorme caudal de materiales hechos por el hombre que se apilan en las orillas de los océanos.

Los ecologistas piden a los consumidores que compren ropa nueva con menos frecuencia, pero cambiar el comportamiento de la gente es difícil cuando las compañías de moda promueven nuevas líneas cada temporada.

Hacer ropa con materiales sostenibles podría ser una alternativa más realista.

Aunque Ioncell fue desarrollado por químicos e ingenieros en las universidades de Aalto y Helsinki, la profesora Kaariainen dice que era importante que los diseñadores hicieran el vestido para que la gente quisiera usarlo.

"La gente quiere prendas que se vean bien y que se sientan bien, por lo que no hay más remedio que el diseño sea bueno", dice.

"Necesitamos hacer un cambio para que los materiales sostenibles estén integrados en el sistema y la gente pueda comprar fácilmente prendas hermosas y cómodas que no causen problemas ambientales".

Repensando la moda

La primera dama de Finlandia no es la primera portadora famosa de Ioncell. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, llevó una bufanda hecha de jeans (vaqueros) reciclados cuando visitó Aalto en agosto pasado.

Ana Portela, una diseñadora de modas que promueve telas sostenibles, dice que si personas influyentes usa esta moda se persuadirá mejor a los consumidores para que la prueben.

"Este vestido no es un diseño de calle pero definitivamente cumplió con su propósito y es importante que las personas como la primera dama aboguen por opciones más sostenibles y promuevan nuevas innovaciones", dice.

Portela cree que los consumidores deben "liderar la revolución" utilizando su poder de compra para incentivar a las empresas a producir líneas de ropa sostenibles.

"Necesitamos adoptar un enfoque diferente sobre cómo vemos la moda", sostiene.

"Esto podría traducirse en comprar productos de segunda mano, productos de origen certificado, usar fibras naturales más eficientes como el cáñamo, comprar un filtro para la lavadora para evitar que las microfibras entren al sistema de agua o presionar a las compañías para que actúen mejor".

El equipo de Aalto espera tener una línea de producción piloto hecha con la nueva fibra para 2020 y quiere que esa ropa, hecha de abedules reciclados, esté disponible para ser incluida en las listas de compras de Navidad en 2025.

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