La mejor manera de seguirle el rastro a las ballenas no es ir al fondo del mar, sino volar hasta el espacio.

Esa es la apuesta de un grupo de científicos de Reino Unido, quienes están utilizando fotografías satelitales de altísima resolución para hacer censos de ballenas.

Los investigadores, que pertenecen a la Encuesta Antártica Británica (BAS por sus siglas en inglés), logran imágenes tomadas a 620 km de altura, con una calidad suficiente para distinguir las formas de cada especie.

Su siguiente misión es contar las ballenas que merodean el Mar de Liguria en el Mediterráneo, cerca de Córcega en Italia, un área protegida para los cetáceos.

Es el primer conteo de este tipo, y su objetivo es entender mejor qué rutas usan las ballenas para evitar choques con los barcos que navegan la zona.

Actualmente, la mayoría de las encuestas se realizan desde el aire, desde barcos o desde acantilados.

La cámara que utilizan en estas sesiones fotográficas es un satélite llamado WorldView-3, que es capaz de identificar objetos de unos 30 centímetros. Solamente algunos sistemas militares logran ese nivel de detalle.

"Por primera vez hemos podido ver características que son realmente distintivas de las ballenas, como sus aletas y sus colas", dice Hannah Cubaynes, investigadora de BAS.

Ballenas por el mundo

Cubaynes y su equipo han logrado imágenes de ballenas de aletas en el Mediterráneo; ballenas jorobadas en Hawái, y ballenas grises en México.

Los más grandes de estos cetáceos, pueden alcanzar los 20 metros de longitud.

"Las ballenas son un indicador muy importante de la salud de un ecosistema", dice Jennifer Jackson, experto en ballenas de BAS.

"Recopilar información a escalas más grandes que ofrecen las imágenes satelitales, nos permite entender algo más general sobre la salud de los océanos".

Como parte del conteo de ballenas, los investigadores también están probando algoritmos que pueden buscar imágenes satelitales de manera automática.

El Mar de Liguria es un área de 36.000 km2, lo cual es demasiado grande para hacer la búsqueda de imágenes de manera manual.

Esta técnica de imágenes satelitales parece tener un gran potencial.

No solo permitirá tener cifras más exactas sobre las poblaciones de ballenas vivas, sino que también podría ofrecer una mejor idea de cuántos animales muertos están varados en las costas del mundo.

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