Casi 50 años después, los crímenes cometidos por Charles Manson y sus seguidores en el sur de California, Estados Unidos, siguen frescos en el recuerdo de muchos.

Especialmente en la memoria de los familiares de las víctimas.

Este lunes algunos de ellos respiraron tranquilos al saber que el gobernador de California, Gavin Newsom, denegó la petición de libertad condicional para Leslie van Houten, la discípula más joven del clan Manson.

El gobernador justificó su decisión diciendo que Van Houten, condenada a cadena perpetua por su participación en los asesinatos de Leno y Rosemary LaBianca en 1969, sigue siendo un peligro.

Newsom anuló así el fallo de una comisión de revisión de California que recomendó la libertad condicional para Van Houten, de 69 años de edad.

¿Cuál es la historia de Leslie van Houten?

Una joven sociable y popular

"Sé que el dolor se transmite a través de las generaciones. Quiero que las víctimas sepan que estoy profundamente avergonzada de lo que hice", declaró Leslie van Houten en 2002, en una de las audiencias para estudiar su posible salida en libertad condicional.

Con "lo que hice" Van Houten se refiere al sangriento asesinato de Rosemay LaBianca, quien murió apuñalada junto a su marido en la madrugada del 10 de agosto de 1969.

Procedente de una familia de clase media del sur de California, Leslie van Houten era una joven sociable y atlética que en el instituto llegó a ser elegida reina de uno de los bailes típicos de las escuelas de secundaria de EE.UU.

Sin embargo, poco a poco se fue introduciendo en un mundo menos luminoso.

El divorcio de sus padres hizo que sus amigos la dejaran de lado y, según explica su abogado Richard Pfeiffer, ahí comenzó su caída.

Se quedó embarazada y su madre la forzó a someterse a un aborto ilegal. El feto fue enterrado en el patio trasero de la casa familiar.

"Díganme que eso no trastornaría a cualquiera", señaló Pfiffer.

La familia Manson

Durante esa época, Van Houten empezó a experimentar con sustancias como la marihuana, el hachís y el LSD.

En el verano de 1968, la joven conoció a Bobby Beausoleil y Catherine "Gypsy" Share y empezó a viajar con ellos.

Share le habló de un hombre llamado Charles Manson a quien describió como un ser parecido a Cristo con respuestas para todas sus preguntas.

Meses después, Van Houten y sus amigos estaban viviendo con Manson en el rancho Spahn a las afueras del condado de Los Ángeles. En 1969, el mensaje pacifista de Manson cambió y pasó a llamar a la revolución y la violencia.

Según contó la propia Van Houten, "pronto todo lo que hacíamos era escuchar el álbum White de The Beatles y leer el libro bíblico de las Revelaciones".

Manson imaginaba una guerra racial y tenía un extraño plan para incitarla, empezando con los asesinatos de la actriz Sharon Tate (esposa del director de cine Roman Polanski que estaba embarazada de ocho meses) y otras cuatro personas en Bel Air, Los Ángeles, el 9 de agosto de 1969.

El asesinato del matrimonio LaBianca

Van Houten no participó en esos crímenes, pero la noche siguiente asaltó junto a Charles "Tex" Watson y Patricia Krenwinkel la casa del matrimonio formado por Leno y Rosemary LaBianca, de 44 y 39 años respectivamente.

Van Houten fue testigo de cómo Watson mató a Leno LaBianca y posteriormente fue responsable de infligir 16 de las más de 40 puñaladas que recibió su esposa, Rosemary.

Para finales de 1969, todos los miembros de la familia Manson estaban arrestados e imputados por todos estos asesinatos.

Los correspondientes juicios se convirtieron en una suerte de circo, tanto por el peculiar comportamiento de los acusados como por el frenesí mediático alrededor de ellos.

"Tomé uno de los cuchillos, Patricia tenía otro, y empezamos a apuñalar y cortar a la señora", testificó Van Houten, quien detalló que Rosemary LaBianca suplicó que le perdonaran la vida y prometió que no llamaría a la policía.

El 29 de marzo de 1971, Van Houten fue declarada culpable y sentenciada a muerte.

La subsecuente prohibición de la pena de muerte en California por unos meses hizo que la sentencia se conmutara automáticamente a cadena perpetua.

Una corte de apelaciones revocó la condena de Van Houten en 1976 y un segundo juicio celebrado el año siguiente terminó sin acuerdo del jurado.

Finalmente, en el tercer y definitivo juicio celebrado en 1978, Van Houten fue declarada culpable de asesinato en primer grado pero la sentencia a cadena perpetua incluyó la posibilidad de optar a libertad condicional.

Desde entonces, cumple condena en la prisión de mujeres de Chino, California.

Sus abogados aseguran que es una presa modelo. Durante su estancia en la cárcel, ha obtenido una licenciatura y un máster universitario y ha dirigido grupos de autoayuda para las reclusas.

Pero los familiares del matrimonio LaBianca y el gobernador Newsom la siguen considerando un peligro para la sociedad.

*Este artículo se publicó originalmente en julio de 2016 y fue actualizado con la noticia de que le fue denegada de nuevo la libertad condicional a Leslie van Houten.


 

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