En su corazón está el conocido Palacio de Kensington, antigua residencia de Lady Di y lugar donde creció la reina Victoria, bajo cuyo mando se transformó Reino Unido.

El barrio de Kensington alberga a muchas de las familias más adineradas de Londres.

De acuerdo con datos del Servicio de Rentas y Aduanas de Reino Unido, para el periodo 2014-2015 el ingreso medio anual de sus residentes se ubicaba en 148.000 libras esterlinas (unos US$187.000), por encima incluso de barrios como el de Westminster, cuyo promedio se ubicaba en 127.000 libras esterlinas (US$161.000).

Históricamente ha sido considerado un lugar seguro para los candidatos del Partido Conservador, que elección tras elección han ganado allí con comodidad su lugar en el Parlamento de Westminster.

Pero ya no más.

En las elecciones del jueves, entre los 13 escaños que perdieron los conservadores de la primera ministra británica Theresa May, estaba el de Kensington, que pasó a manos de los laboristas de Jeremy Corbyn.

La diferencia entre laboristas y conservadores fue de sólo 20 votos, pero las reglas son las reglas.

La laborista Emma Dent Coad logró imponerse a su rival conservadora Victoria Borwick, quien en las elecciones de 2015 había ganado ese escaño con una ventaja de 7.000 votos.

Las elecciones

"Esto no es una elección, es un terremoto", le dijo el jueves en la noche Rachel Johnson, hermana del ministro de Exteriores, Boris Johnson, a la cadena CNN ante la posibilidad de que los laboristas pudieran ganar en Kensington.

Ese terremoto se ha producido, aunque para confirmarlo hayan tenido que contar los votos tres veces antes de dar por buenos los resultados.

En los comicios del jueves, ningún partido obtuvo suficientes escaños para gobernar en solitario.

A falta de un escaño por definir, los conservadores tienen 318 puestos, ocho menos que los 326 que se necesita para conformar el Ejecutivo.

Los laboristas alcanzaron 261.

Una pequeña formación de Irlanda del Norte, el Partido Unionista Democrático (DUP por sus siglas en inglés), dará a Theresa May la posibilidad de conformar un gobierno con sus 10 escaños.

Eso sí, sin el "claro mandato" que buscaba para afrontar las negociaciones del Brexit con la Unión Europea.

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