¿Cómo consigue una mujer sobresalir en el implacable y competitivo mundo del ajedrez, dominado por los hombres? Dos prominentes jugadoras comparten sus puntos de vista.

La húngara Judit Polgar es la jugadora femenina de ajedrez más sólida de todos los tiempos.

Niña prodigio, rompió el record de Bobby Fischer al convertirse en la gran maestra más joven a los 15 años de edad. De ahí pasó a ganar al número uno del mundo, Garry Kasparov, después de que este dijera que las mujeres no deberían jugar al ajedrez.

Sigue siendo la única mujer en colocarse en la lista de los 10 mejores ajedrecistas del mundo, a pesar de haberse retirado hace cuatro años.

Por su parte, Hou Yifan, de China, es considerada la mejor jugadora femenina de ajedrez de la actualidad. Ha sido campeona mundial de ajedrez femenino cuatro veces, es la mujer más joven en ganar este título así como la jugadora más joven en calificar para el título de gran maestra.

Ambas mujeres tienen características similares: una increíble dedicación y resistencia, una mentalidad firme, horas de entrenamiento sin fin y una sana dosis de talento natural.

Estas características por sí solas pueden llevar a alguien hacia el éxito en su campo, pero ¿hay otros factores que pueden haber impulsado los logros de estas mujeres?

Motivadas desde niñas

Ambas están de acuerdo en que el apoyo de los padres es esencial, fueron animadas por sus familias desde una edad muy temprana.

El ajedrez fue un asunto particularmente familiar para Polgar, cuyas hermanas mayores también competían. La húngara señala que cuando nació, sus padres ya sabían que se convertiría en una campeona de ajedrez.

La familia de Polgar no creía que su género pudiera impedir que alcanzara los niveles más altos en ajedrez. Sus padres, cuenta, "realmente creyeron que una chica puede alcanzar el mismo resultado que un chico con talento".

Hou empezó a jugar cuando apenas tenía 5 años. Su madre le enseñó lo básico y para cuando tenía 8 años jugaba prácticamente a diario. Tuvo su primer éxito internacional a los 9 años de edad. Está convencida de que el desempeño en torneos tempranos puede decidir más o menos la carrera futura de una persona.

En contraste con Polgar, Hou explica que inicialmente su madre quería que aprendiera "algo más elegante y apropiado para niñas, como el baile" mientras que su padre prefería que "aprendiera ajedrez porque se considera un deporte internacional".

Igualando el campo de juego

Si bien pocas niñas participaban en torneos en China en esa época, Hou compitió en campeonatos mixtos desde una temprana edad.

Observa: "Durante toda mi carrera en el ajedrez, no me di cuenta de que las niñas podían ser tratadas de forma totalmente diferente". Hou señala que aunque ahora hay más participantes femeninas que hace décadas, todavía hay margen para animar a más chicas a que empiecen a jugar al ajedrez y competir.

¿Cómo se sienten Polgar y Hou respecto a las competiciones solo para mujeres?

Polgar decidió muy pronto no jugar en torneos femeninos, porque quería jugar con los mejores, y estos eran hombres. La ajedrecista húngara consideraba que podía desarrollar más su talento jugando contra hombres y se forzó una y otra vez a jugar contra oponentes más y más difíciles: "Si te pones los objetivos más altos, entonces también llegas más alto".

A veces la frustración por el desequilibrio de género en el ajedrez puede dar lugar a posicionamientos dramáticos.

En un torneo mixto en Gibraltar en 2017, Hou abandonó la ronda final tras realizar solo cinco movimientos por haber sido emparejada contra mujeres en siete de las nueve partidas, pese a que entre los participantes había una proporción de cuatro hombres por cada mujer. Los organizadores dijeron que las computadoras eligieron los emparejamientos y que fue cuestión de mala suerte.

Aparte de Polgar y Hou, ninguna otra jugadora femenina ha entrado en la lista de los 100 mejores. Polgar señala: "Este es un tema muy serio y todo el mundo está intentando encontrar una explicación, incluso las mujeres jugadoras de ajedrez".

Las razones que lo explican son complejas y variadas.

Una razón, opina Polgar, es la expectativa y las etiquetas que la sociedad les pone a las niñas: a los padres o profesores no se les suele ocurrir que sus hijas o estudiantes femeninas puedan convertirse en jugadoras de ajedrez. "Cuando eres pequeña, como niña, te miran de forma diferente: 'Eres tan bonita, tienes un pelo hermoso'", señala.

Polgar no está de acuerdo en que los niños sean más competitivos ni en que las niñas deban acercarse a actividades o hobbies "femeninos" como el ballet.

"Eres una excepción"

Entonces, ¿cómo se mantiene motivada una jugadora de ajedrez cuando se encuentra con contrincantes masculinos que las descartan por considerarlas menos talentosas? Polgar no se lo toma como algo personal.

"El problema es que, mirando las estadísticas, tienen razón".

Sus resultados, sin embargo, hablan por sí solos. Ha batido al gran maestro inglés Nigel Short varias veces y él siempre ha dicho: "Judit, eres una excepción".

Polgar dice que los oponentes masculinos a menudo la han subestimado porque es una mujer. Se acuerda de la primera vez que ganó a un gran maestro, con 11 años. "Él no podía manejar la situación", cuenta.

Cuando tenía 20 años, uno de los elogios más grandes hacia Polgar, si bien bastante sutil, provino del excampeón mundial Viswanathan Anand. Cuando le preguntaron qué pensaba de Polgar, dijo: "Bueno, nada, es solo una de las competidoras, es una de nosotros".

Este reconocimiento de igualdad como jugadora no se obtiene con facilidad. "Tuve que ponerme a prueba y competir por décadas para obtener el respeto de los otros jugadores", explica.

¿Cuál creen Polgar y Hou que es la solución? Hou dice que debería haber más oportunidades para que compitan jugadoras profesionales y que más niñas deberían ser animadas a jugar en torneos mixtos.

Algunas personas sugieren incluso eliminar las competiciones solo para mujeres y organizar únicamente torneos mixtos. Hou no cree que esta sea una buena idea, opina que los torneos para mujeres son necesarios para animar y motivar a las jugadoras a que puedan ganar medallas y ser campeonas.

Para Polgar, abolir los torneos femeninos es un tema muy delicado.

Ambas mujeres exploran ahora la vida posterior al ajedrez de competición.

Polgar se retiró en 2014 pero está involucrada en la promoción del ajedrez "fuera y dentro del tablero". Hou empezará pronto un máster en la Universidad de Oxford.

Pero Polgar y Hou siguen siendo modelos inspiradores para las jóvenes con determinación y, con sus logros, pueden haber hecho que alcanzar lo más alto del ajedrez competitivo sea un poco más fácil.

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