Solo cinco países poseen el 70% de las áreas vírgenes que quedan en el mundo.

Investigadores de la Universidad de Queensland y de la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre han creado por primera vez un mapa global que establece dónde se encuentran los últimos ecosistemas intactos de la Tierra.

Ahora los científicos piden que los gobiernos del mundo trabajen juntos para preservar estos ecosistemas.

El estudio, publicado por la revista Nature, identifica a Australia, Estados Unidos, Brasil, Rusia y Canadá como los cinco países que albergan la mayor parte de estas áreas vírgenes.

Los datos excluyen áreas vírgenes en la Antártida y en alta mar que no se encuentran dentro de las fronteras nacionales.

Las últimas áreas intactas

Hace un siglo solo el 15% de la superficie de la Tierra se usaba para cultivar y criar ganado.

Sin embargo hoy en día más del 77% de la tierra (excluyendo la Antártida) y el 87% del océano ha sido modificado debido a las actividades humanas, afirma la revista Nature.

Entre 1993 y 2009 unos 3,3 millones de kilómetros cuadrados de zonas vírgenes -una superficie más grande que la India- se perdieron debido a los asentamientos, la agricultura, la minería y otras actividades humanas.

En el océano, las áreas libres de pesca industrial, contaminación y transporte marítimo están casi completamente confinadas a las regiones polares.

Objetivo internacional

Numerosos estudios revelan que las áreas vírgenes restantes de la Tierra son cada vez más importantes como amortiguadores contra los efectos del cambio climático.

Pero la protección de los ecosistemas intactos no ha sido un objetivo explícito en ningún escenario de la política internacional.

Es por esto que los científicos de la Universidad de Queensland y de la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre solicitan un objetivo internacional que proteja el 100% de todos los ecosistemas vírgenes restantes.

Según los investigadores, los cinco países responsables de la mayoría de ecosistemas intactos deben actuar para proteger estas áreas a través de la legislación u ofreciendo incentivos a las empresas para que no erosionen la naturaleza.

Según John Robinson, vicepresidente ejecutivo para la conservación global de la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre, ya hemos perdido demasiado.

"Debemos aprovechar esta oportunidad para proteger lo que queda de esta área virgen antes de que desaparezca para siempre", dice el científico.

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