Puede que el viaje sea lento, pero el encanto de los paseos en ferri no dejan de seducir a Trond Bonesmo.

Está a bordo del MF Norangsfjord, haciendo el cruce entre Magerholm y Sykkylven, en Noruega.

"Es un descanso bienvenido y la vista no está mal", señala mientras mira hacia las cumbres nevadas de los Alpes Sunnmoere.

"Un puente a través del fiordo, obviamente, haría el cruce más rápido, pero el fiordo de Storfjorden tiene de dos a tres kilómetros de ancho y 700 metros de profundidad, lo que hace muy costoso construir uno", dice Bonesmo, gerente de operaciones y tecnología de una empresa de bienes de consumo.

Puentes caros

Muchos fiordos noruegos presentan dificultades similares para construir puentes, por lo que la población costera del país depende de los transbordadores que conectan sus comunidades a menudo remotas.

Cada año, unos 20 millones de autos, furgonetas y camiones cruzan los fiordos del país en aproximadamente 130 rutas de ferri.

La mayoría de los transbordadores de Noruega funcionan con diesel, emitiendo vapores nocivos y CO2.

Pero esto está a punto de cambiar.

Después de dos años de ensayos, el primer ferri eléctrico del mundo, llamado Ampere, empezará a funcionar y así los operadores del sector harán la transición del diesel al motor eléctrico para cumplir con los nuevos requerimientos gubernamentales. Las autoridades han dicho que solo concederán licencias nuevas a ferris con emisiones bajas o cero.

"Continuamos el trabajo con los transbordadores de bajas emisiones porque creemos que beneficiará al clima, la industria noruega y los empleos noruegos", dijo la primera ministra Erna Solberg en un discurso en abril de 2016, en el que prometió ayudar a financiar la infraestructura de muelles requerida para el cambio.

La compañía de transbordadores Fjord1, que opera el MF Norangsfjord, ha pedido tres transbordadores totalmente eléctricos que están programados para entrar en servicio activo en algunas de sus rutas en enero de 2018.

Multi Maritime, que diseñó los transbordadores, acoge con satisfacción el crecimiento de la demanda.

"Varios años de inversión en tecnologías sostenibles nos han llevado a tener más de 10 ferris híbridos y totalmente eléctricos en construcción en varios astilleros", dice Gjermund Johannessen, director general de la empresa.

Además de las nuevas construcciones, la división marina de Siemens, que desarrolló la tecnología para el Ampere, cree que los transbordadores están listos para su conversión a energía eléctrica. Y 43 ferris en rutas más largas se beneficiarían de la conversión a híbridos que utilizan los motores diesel para cargar sus baterías.

Menos emisiones

Si se hiciera esto, las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) se reducirían en 8.000 toneladas al año y las emisiones de CO2 en 300.000 toneladas al año, equivalentes a las emisiones anuales de 150.000 automóviles, según un informe firmado conjuntamente por Siemens y el grupo medioambiental Bellona.

Los ferris de larga distancia no se adaptan bien a la electrificación, pero cerca del 70% de los transbordadores de Noruega cubren pasajes relativamente cortos, por lo que cambiar a la electricidad se pagaría en pocos años, según el informe.

Cada ferri ahorraría alrededor de un millón de litros de diesel al año, lo que ayudará a reducir los costos de energía en un 60% o más, dice Odd Moen, jefe de ventas de la división de productos marinos de Siemens.

"La electricidad para alimentar a Ampere, con sus 360 pasajeros y 120 autos, a través de un fiordo de seis kilómetros de ancho cuesta unos 50 coronas (US$5,80)", dice.

"En Noruega, eso ni siquiera alcanza para una taza de café y un waffle."

El motor eléctrico de Ampere, que fue diseñado por el astillero de Fjellstrand usando la tecnología de Siemens, incluye un grupo de baterías de 800kWh que pesan 11 toneladas.

Las baterías se cargan completamente durante la noche, pero como cada uno de los 34 cruces diarios de 20 minutos de Sognefjorden requiere 150kWh, la batería debe ser recargada cada vez que el buque llega a la orilla.

Emisiones

Las emisiones de los transbordadores diesel siempre han sido un problema.

"Cuando están en la orilla, sus motores están a media marcha -es cuando se ve ese humo negro saliendo de sus chimeneas- y luego se aceleran fuertemente cuando zarpan. Sus motores nunca funcionan con la máxima eficiencia", explica Moen.

El experto dice que ha registrado mucho interés en la tecnología de ultramar, e insta a otros gobiernos a exigir y apoyar un cambio de los ferris diesel a los transbordadores eléctricos donde sea apropiado.

De hecho, las emisiones de los transbordadores son un problema no sólo en Noruega, sino también en las comunidades costeras y ciudades de todo el mundo.

Esta es la razón por la que Escocia ha estado moviéndose a ferris híbridos de bajas emisiones de carbono, que combinan baterías de diesel y de litio, con tres transbordadores ahora en operación.

En Hong Kong, el Departamento de Protección Ambiental hace tiempo que está librando una guerra contra las emisiones de los ferris, responsables en buena parte por la mala calidad del aire en ese puerto.

Libre de emisiones

De igual manera, en Nueva Zelanda, una sola visita de un ferri a Wellington contamina el aire tanto como lo hacen todos los autos de esa ciudad en un mes, según el Instituto Nacional de Investigaciones sobre el Agua y la Atmósfera.

De regreso en la región rural noruega de Sykkylven, en donde el aire es relativamente fresco, esas emisiones son un problema menos serio.

Sin embargo, las emisiones de CO2 de los trasbordadores deben reducirse para ayudar a combatir el cambio climático, dice Bonesmo, mientras conduce su automóvil eléctrico desde el ferri.

En 2020, una solución totalmente eléctrica habrá reemplazado al actual transbordador diesel-eléctrico en el cruce Magerholm-Sykkylven.

"Y entonces todo mi viaje será libre de emisiones", dice sonriendo Bonesmo.

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