Desde que este artefacto fue encontrado en Grecia hace más de un siglo, los científicos quedaron desconcertados.

Estaba entre los restos de un naufragio de la época romana, de hace unos 2.000 años, y estaba incompleto.

Era un tercio de un complejo sistema de engranajes que se accionaba manualmente y que contaba con algunas inscripciones.

El misterio del llamado "mecanismo de Anticitera" poco a poco ha quedado atrás, luego de que científicos han logrado recrear el dispositivo que a menudo es llamado la "computadora" más antigua del mundo.

La parte posterior del mecanismo fue reconstruida mediante estudios anteriores, pero la naturaleza de su complejo sistema de engranajes en la parte delantera seguía siendo un misterio.

Finalmente, científicos acaban de recrear la parte faltante y con este logro esperan comprender cómo funcionaba.

Se cree que el dispositivo de la Grecia antigua se accionaba manualmente y que era utilizado para predecir eclipses y otros eventos astronómicos.

Los científicos de la University College London (UCL) consideran que finalmente han resuelto el rompecabezas utilizando modelos informáticos en 3D.

"Una impresionante muestra de brillantez"

Los investigadores recrearon todo el panel frontal y ahora esperan construir una réplica del mecanismo de Anticitera a gran escala, echando mano de materiales modernos.

Un artículo publicado en Scientific Reports este viernes reveló cómo es el sistema de engranajes, con sus detalles y partes complejas.

"El Sol, la Luna y los planetas aparecen en una impresionante muestra de brillantez de la antigua Grecia", dijo el autor principal del artículo, el profesor Tony Freeth.

"El nuestro es el primer modelo que se ajusta a toda la evidencia física y coincide con las descripciones en inscripciones científicas grabadas en el propio mecanismo", agregó.

El mecanismo ha sido descrito como una calculadora astronómica y también como la primera computadora analógica del mundo. Está fabricada en bronce e incluye decenas de engranajes.

La parte posterior presenta una descripción del cosmos, que muestra el movimiento de los cinco planetas que se conocían en el momento en que se construyó el dispositivo.

Pero solo sobrevivieron 82 fragmentos, lo que equivale a alrededor de un tercio del dispositivo.

Eso significa que los científicos han tenido que reconstruir su composición completa utilizando datos de rayos X y un método matemático griego antiguo.

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