Es un hallazgo de "importancia excepcional", según los arqueólogos que trabajan en los restos de lo que fue la antigua ciudad de Pompeya.

Se trata de los restos de un caballo todavía con su arnés, que fueron descubiertos en una villa fuera de las murallas de la ciudad que quedó enterrada bajo las cenizas tras la erupción del Monte Vesubio en el año 79.

El caballo estaba ensillado y listo para salir, posiblemente para ayudar a rescatar a los pompeyanos que huían de la erupción.

Fue encontrado, junto con los restos de otros caballos pura sangre, en la Villa de los Misterios (Villa dei Misteri), que pertenecía a un militar romano de alto rango. Tenía un arnés con fragmentos de adornos de madera y bronce.

Los arqueólogos que trabajan en la lujosa residencia ya habían hallado prensas de vino, hornos y frescos extraordinarios.

El último hallazgo se produjo durante la excavación de un establo en la villa, al norte de Pompeya, según Massimo Osanna, director del parque arqueológico de Pompeya.

El Monte Vesubio sepultó Pompeya y otras ciudades cercanas bajo millones de toneladas de escombros volcánicos.

Los caballos tuvieron un "final feroz y terrible", dijo Osanna, sofocados por las cenizas y el humo del Vesubio.

La finca fue originalmente desenterrada a principios del siglo XX, pero gran parte de ella volvió a ser enterrada y desde entonces ha sido objeto de saqueo.

"Toda la zona será excavada y devuelta al público", dijo Osanna.

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