Llegó a quemarse con el encendedor que usa para fumar su marido, pero ni se dio cuenta.

Gastó casi US$4.000 en compras por internet y tomó medicamentos hasta llegar a niveles de sobredosis.

Estando embarazada de seis meses, este comportamiento, del que no era consciente, ponía en riesgo su vida y la del feto.

Es el caso de Kelly Knipes, una mujer en Reino Unido, que sufre un trastorno del sueño clasificado dentro del grupo de las parasomnias, desordenes que producen conductas anormales durante el sueño.

Dependiendo de en qué fase se produzca se manifestarán como sonambulismo, pesadillas o despertares confusos.

En su caso, Knipes se levantaba por la noche medio sonámbula y realizaba todo tipo de actividades.

A la mañana siguiente no se acordaba de nada.

Los médicos descubrieron que a lo largo de la noche dejaba de respirar varias veces, obligando a su cerebro a despertarse parcialmente y hacer que caminara dormida.

Era la forma que tenía su cuerpo de decirle que algo no andaba bien.

Las compras por internet incluían varios cientos de dólares en dulces, una cancha de tamaño real para jugar al baloncesto o latas de pintura.

"Eran cosas completamente extrañas", explica a la BBC.

Los estudios sobre sonambulismo muestran que las partes del cerebro que controlan la visión, el movimiento y la emoción parecen estar despiertas.

Sin embargo, las áreas del cerebro involucradas en la memoria, la toma de decisiones y el pensamiento racional parecen permanecer en un sueño profundo.

Se trata de episodios breves en los que la persona puede llevar a cabo actividades sencillas o complejas, como salir de la cama, ir al baño, caminar o salir de la casa, mientras permanece inconsciente.

"En la mayoría de los casos el paciente está asintomático y no es consciente de nada", afirma la doctora Elena Urrestarazu Bolumburu, especialista Servicio de Neurofisiología de la Clínica Universidad de Navarra.

"Con frecuencia el sueño de la familia se ve más afectado que el del propio paciente", añade.

A Knipes los episodios la dejaban agotada.

"Estaba cansada todo el tiempo. Me sentía físicamente agotada. Y ahora no, me siento como una persona completamente diferente", explica en referencia a la máscara de oxígeno que lleva por las noches y que se asegura de que respira.

Las parasomnias son más típicas de la infancia o adolescencia, y en muy raras ocasiones persisten en la edad adulta.

¿Tenemos que despertar a un sonámbulo?

Los expertos del Instituto del Sueño, con sede en Madrid, Panamá y Santiago de Chile, recomiendan no despertarlo, únicamente acompañarlo delicadamente a la cama sin que se lastime.

Estos episodios suelen acabar espontáneamente, cuando el paciente vuelve a la cama y por tanto al sueño normal.

Si se despierta, se encontrarán confundidos.

¿Existe un tratamiento para el sonambulismo?

Para los expertos de la Clínica Universidad de Navarra el tratamiento se basa principalmente en medidas preventivas.

Es recomendable instalar medidas de seguridad en la habitación, dormir en la planta baja o en una cama en el suelo, cerrar ventanas y cubrir objetos de vidrio.

Además, algunos fármacos como el diazepam o el alprazolam se han mostrado efectivos bajo prescripción médica.


 

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