Aditya no lleva ni una pieza de ropa encima.

Mientras habla, algunas gotas de aceite caliente de la sartén en la que cocina cangrejos de arena, huevos y repollo le salpican en la barriga.

"Me encanta hacer las cosas del día a día desnudo, incluido cocinar", dice. "Me complace enormemente estar desnudo todo el tiempo que quiero. Me siento más feliz y más cómodo sin ropa".

No obstante, Aditya está tomando riesgos al hacerlo y por eso no quiere revelar su nombre completo.

En base a la ley contra la pornografía de Indonesia, país de mayoría musulmana, es ilegal estar desnudo en público.

A pesar de ello, Aditya se encuentra de forma habitual con otros nudistas en privado. "Podemos enfrentarnos a la cárcel si aparecemos desnudos en público, por eso nos encontramos en privado", aclara.

Un grupo pequeño pero unido

Aditya lleva siendo nudista en su tiempo libre desde 2007.

"Estaba navegando por internet, leyendo artículos sobre nudismo y me interesó mucho el tema. Parecía la forma de vida que estaba buscando", recuerda.

Entonces, se puso en contacto con otros nudistas del país, un grupo pequeño pero comprometido y muy unido. El grupo nudista de Yakarta cuenta ahora con entre 10 y 15 miembros, hombres y mujeres.

Aditya siente que estar desnudo les otorga un vínculo especial, una conexión fuerte y duradera.

"Podemos ser nosotros mismos. Nadie te humilla, no importa lo gordo o panzudo que seas o lo flácido que sea tu pene, el tamaño de tus pechos o tus marcas de nacimiento. Estás desnudo".

Aditya sueña con viajar a países como Francia, donde su forma de vida sería aceptada.

Pese a que la ley indonesia no permite el nudismo, no significa que no haya oportunidades para ir desnudo.

El grupo se junta de vez en cuando, alquilando una villa vacacional, como hicieron recientemente en una zona montañosa a las afueras de Yakarta.

"Nos desnudamos en cuestión de segundos", dice Aditya.

Simplemente pasan el día juntos, conversando de todo tipo de temas: desde política hasta trabajo.

Aditya cuenta que acaba de volver de una escapada en la playa en uno de los mejores destinos secretos, lejos de la discriminación a la que se enfrentaría en otras partes del país.

"No es un lugar nudista, pero está bien escondido por el denso follaje (en el enclave)", apunta.

Aún así, toma algunas precauciones. "Escojo los momentos de manera cuidadosa, y salgo a caminar muy pronto por la mañana".

¿Unos osados?

A pesar de los riesgos, Aditya se ha expresado de manera abierta sobre su forma de vida en internet.

Entre sus diversas cuentas de Instagram, hay una privada en la que publicaba fotografías de él desnudo. En una de ellas, se mostraba totalmente en cueros, dentro de una iglesia.

Aditya decidió posteriormente borrar la cuenta ya que podía ser condenado en base a la ley contra la pornografía del país.

"Mis amigos me dijeron que estaba siendo un incauto", apunta.

No obstante, Aditya piensa que esas publicaciones eran necesarias para aclarar los numerosos malentendidos sobre su forma de vida.

"La gente aquí en Indonesia piensa que el nudismo está relacionado con el sexo", lamenta, destacando que el nudismo no es lo mismo que el exhibicionismo.

"Si nos desnudamos juntos, asumen que es una orgía. La verdad es que no hay nada sexual en ello".

"La gente es hipócrita cuando piensa que es más educado estar vestido que ser abierto".

Una complicada forma de vida

Otro nudista que vive en Borneo y que prefiere no revelar su nombre coincide en que llevar esta forma de vida en Indonesia es una "decisión difícil".

Mira con envidia a países como Francia o Alemania, donde el nudismo está más aceptado, y piensa que las empresas indonesias podrían atender más al mercado nudista.

Su mejor opción está en Bali, donde las restricciones son menores, pero dice que actualmente los complejos turísticos abiertos a esta práctica sólo aceptan extranjeros.

Hace 40 años, el nudismo era algo común en sitios como Bali: las mujeres paseaban en topless y se bañaban desnudas.

Ahora no hay playas nudistas públicas en esta isla de mayoría hindú, aunque algunas áreas costeras siguen siendo populares entre los nudistas porque están protegidas por rocas.

El gestor de un complejo turístico en Bali dice que tiene dos propiedades donde se anuncia que "la vestimenta es opcional" y tan sólo en el centro turístico de Seminyak hay otra decena de enclaves similares.

Además, "algunos complejos no se publicitan como abiertos al nudismo, pero muchos extranjeros van desnudos".

"El nudismo es algo común entre la gente de clase alta".

El gestor precisa en declaraciones a la BBC que sólo acepta clientes extranjeros, pero cree que otros complejos hoteleros puede que también reciban a nudistas locales.

"Nos llaman animales"

Aditya quiere educar a la sociedad para enseñarles que él y sus compañeros son seres humanos como cualquier otra persona.

"La mayoría de personas tiende a ser demasiado expresiva cuando algo le parece inusual. Fíjate en lo agresivos que son con las personas transgénero, les pegan".

"Lo que hago no es pornografía", critica. "Me siento triste cuando me juzgan y piensan que soy alguien sin moral, incluso nos llaman animales. Sólo estoy siendo yo mismo, no es nada grotesco. No estoy haciendo daño a nadie".

A veces, siente la necesidad de desmontar las ideas equivocadas que circulan por redes sociales, explica.

Pero en muchas ocasiones no tiene la energía necesaria para abordar lo que califica como largas e inútiles conversaciones con trolls de internet.

"Mucha gente aquí aún no puede abordar el nudismo".

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