Después de que Britney fuera atacada verbal y físicamente, la joven estudiante de 17 años dice que reportó el incidente a los maestros.

En lugar de recibir comprensión y protección, asegura que fue amenazada con ser suspendida.

"Cuando veo incidentes como éste, solo me pregunto a mí misma si tal vez estoy destinada a ser tratada mal, como alguien que no es humano, porque así es como me han llamado casi toda mi vida: mono, esclava, o alguien que pertenece a una granja y no a una escuela", le dijo a la BBC.

"Porque eso es lo que me dicen en esta nueva escuela".

Las autoridades de su escuela, en Edimburgo, Escocia, sostienen que no fue castigada y que el incidente fue gestionado por la policía.

Ahora la joven está pidiendo al consejo local que haga más para abordar el problema de la discriminación y que haya más ayuda a víctimas.

"Dijeron que me suspenderían"

Britney le dijo a la BBC que fue llamada con la palabra con "n", en referencia a la expresión nigger, muy peyorativo en los países angloparlantes.

En inglés, se considera un fuerte insulto para referirse a las personas de raza negra.

El incidente tuvo lugar durante la hora del almuerzo.

"Estaban atacando a una amiga y yo la defendí, pero entonces yo fui la atacada", explicó.

Alguien le arrojó una lata de jugo.

"Me llamaron por la palabra con 'n' y dijeron cosas sobre mi piel. Fue realmente malo. Me quedé en shock. Todos se lanzaron contra mí. Después de eso, los maestros se involucraron. Un maestro me llevó a casa", relató.

"Al día siguiente dijeron que me suspenderían", añadió.

La amenaza de suspensión no fue levantada hasta que su madre, Blessing, mostró a los maestros un video del incidente que se había compartido en las redes sociales.

Pero Britney dice que hasta donde ella sabe, nadie enfrenta un castigo por el ataque.

La escuela sostiene que Britney no fue suspendida ni recibió reprimenda en ningún momento. Además, las autoridades defienden que no se registró ningún incidente sobre un conflicto racial, y que el incidente, que ocurrió fuera del horario escolar, fue tratado por la policía.

El racismo es un problema con el que Britney dice haberse topado desde que era niña en Austria, donde creció. Asegura que ahora se enfrenta a las mismas actitudes en Escocia.

Falta de confianza

La historia de Britney se produce poco antes de la publicación de un nuevo informe en el Parlamento escocés, que destaca las opiniones de un pequeño grupo de niños negros, asiáticos y de minorías étnicas (BAME, por sus siglas en inglés).

Una organización benéfica que ha apoyado a la familia de Britney dice que su mala experiencia apunta a un problema más amplio: la desconfianza que muestran jóvenes de minorías a la forma en que las escuelas tratan el racismo.

Nisha Singh, de Intercultural Youth Scotland, dice que se debe pensar más en aquellos que son objeto de prejuicios.

"Piensa en ellos, si han experimentado racismo, piensa en el apoyo que necesitan después de haberlo experimentado. No se trata solo de darles un castigo, sino de ver si están bien y de brindarles el apoyo adecuado", dijo.

Al hacer visibles las historias de los jóvenes afectados, el objetivo de la organización benéfica es mantener la presión sobre los consejos para que hagan más sobre el acoso racista.

En las escuelas secundarias de Edimburgo, el problema representa aproximadamente una cuarta parte de todos los incidentes de acoso escolar.

Los activistas han estado presionando al Ayuntamiento de Edimburgo para que haga más para apoyar a las víctimas del racismo en las escuelas.

La concejala Alison Dickie dijo: "Debemos involucrarnos mucho en esto y estoy presionando para que los jóvenes sean parte de este cambio".


Análisis de Jamie McIvor, corresponsal de educación de BBC en Edimburgo

Combatir el racismo, o asegurarse de que una persona joven no desarrolle actitudes racistas para empezar, es un desafío para las escuelas.

Hay varias maneras de hacerlo.

Una es tratar de garantizar que haya un enfoque de tolerancia cero con cualquier lenguaje racista o asegurar que los niños entiendan que ciertas palabras o frases pueden ser hirientes u ofensivas.

El trabajo puede comenzar en los primeros años de la escuela primaria: un niño puede aprender una palabra de un adulto y no darse cuenta de su significado.

Otra es simplemente garantizar que las diferencias sean reconocidas.

Sin embargo, cuando se trata de lidiar con la intimidación, vale la pena recordar que, en última instancia, el acoso es el acoso, sin importar cuál sea la razón.

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