Lego es la empresa de juguetes de muñecos y piezas en miniatura más grande y exitosa del mundo.

Sus ladrillos de plástico son empleados por niños de todos los rincones del planeta desde hace casi 80 años para dar vida a todo tipo de creativas construcciones, desde ciudades enteras hasta estaciones de tren.

Pero la compañía danesa no es la única que se propuso enseñar a los más pequeños nociones básicas de ingeniería.

De hecho, existe toda una gama de productos que desarrollan el llamado aprendizaje STEM, por las siglas correspondientes a Science, Technology, Engineering and Mathematics (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).

Te explicamos cuáles son algunos de ellos y cómo funcionan.

1. Kano: un juguete para crear tu computadora

La idea detrás de este proyecto educativo -que nació en 2013 en el sitio web de financiación en masa Kickstarter- es que los niños fabriquen su propia computadora, usando una mini PC Raspberry Pi.

La compañía fabrica kits que vienen con unas guías ilustradas en las que explican los pasos a seguir.

En su página web -donde venden sus productos- sus creadores aseguran que no se requieren conocimientos técnicos. Su lema: "Construye tu computadora como si se tratara de un Lego".

"Creemos que todo el mundo, sin importar la edad o el lugar en el que vive, debería poder construir una computadora. La nuestra funciona con Raspberry Pi, pero tiene la simplicidad de un juego de Lego. Creas una computadora, aprendes a programar y te diviertes", le contó a la BBC Alex Klein, su cofundador, un experiodista tecnológico.

A través de su sistema, Kano explica conceptos como HDMI, píxeles y códigos binarios.

Está pensado para niños de 6 años en adelante aunque otros de menor edad que puedan leer y escribir también pueden utilizarlo.

Y, por supuesto, todos aquellos aquellos adultos que quieran aprender a programar y, de paso, alimentar al niño que todos llevamos dentro.

2. Cubetto: un robot de madera para aprender a programar

Filippo Yacob, el director ejecutivo de la juguetera Primo Toys, arrancó su empresa el día que nació su hijo, el 20 de noviembre de 2013.

"Cuando descubrí que iba a ser papá, empecé a pensar en las cosas que quería que mi hijo aprendiera", le dijo al diario estadounidense The New York Times. Y una de ellas era la programación.

Ese mismo año desarrollo el primer prototipo de Cubetto, un robot de madera para niños de al menos 3 años que enseña los fundamentos sobre cómo programar a través de un panel de mando y fichas de colores.

Cuenta con juguetes especialmente pensados para niños con autismo.

Al igual que Kano, comenzó sus andanzas en Kickstarter, donde obtuvo más de US$1,6 millones de inversores de 96 países.

3. GoldieBlox: de princesas a ingenieras

Esta compañía fue creada con el propósito de diseñar juegos de construcción especialmente pensados para niñas. Se lanzó en el año 2012 y fue fundada por Debbie Sterling, una ingeniera mecánica estadounidense que se formó en la Universidad de Stanford, EE.UU.

Sterling pensó en el proyecto al ver que en las clases había muchos más hombres que mujeres y al percatarse de que apenas el 14% de los ingenieros son hombres.

Investigando el asunto, descubrió que las niñas empiezan a perder interés en las matemáticas en torno a los 8 años.

"La idea es que las niñas aprendan a construir cosas, a partir de su imaginación pero también resolviendo problemas", dijo Sterling.

Su producto está orientado a niños y niñas de entre 5 y 8 años. Consiste en un libro y una plataforma de plástico para crear distintos objetos.

"Yo no quiero que a las niñas les dejen de gustar las princesas. A mí me encantan, pero mi idea va más allá. Quiero que se apasionen por algo que les servirá para construir cosas", explicó su creadora.

También cuenta con una aplicación que, según su sitio web, ya tiene más de un millón de descargas. Hasta ahora, ha vendido más de un millón de juguetes a más de 6.000 comerciantes en todo el mundo.

4. ToyBox: una impresora para crear juguetes

La apuesta de ToyBox, una pequeña empresa estadounidense, es fomentar el interés de los niños en la impresión en tres dimensiones.

Para ello, desarrolló una impresora 3D pensada en el público infantil.

"Queremos capacitar a los niños para que hagan sus propios juguetes", explicó su fundador, el ex ingeniero de software de Microsoft Ben Baltes.

La impresora usa material biodegradable y está pensada para niños de todas las edades.

5. Meccano: de los autos clásicos a la robótica

No podemos olvidarnos de otro gran clásico que, junto a Lego, sigue comercializando sus productos en todo el mundo: Meccano.

La empresa inglesa -originaria de la ciudad inglesa de Liverpool- tiene más de un siglo de historia. Hoy puede comprarse también a través de Amazon y su propio sitio web, además de tiendas físicas.

Sus piezas metálicas, unidas mediante tuercas y tornillos, permiten crear todo tipo de vehículos, pero también edificios, aviones y grúas. Lo más novedoso: construir tu propio robot.

"Desde construcciones básicas hasta programación robótica de alta tecnología, Meccano ofrece algo para todo mundo", se lee en su página web.

"Nuestra visión es construir un futuro mejor empoderando e inspirando a la próxima generación de fabricantes. ¡Tu imaginación se hace realidad!", añaden.

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