Un auto diseñado para correr a más de 1.600 km/h está en remate.

Esto significa que el vehículo supersónico está en el mercado por el precio de un Ferrari.

Bloodhound, construido con un motor a reacción Rolls-Royce Eurofighter atornillado a un cohete, está casi terminado.

El equipo detrás del proyecto, desarrollado en Bristol, Reino Unido, tenía como objetivo batir el récord mundial de velocidad terrestre existente de 1.228 km/h.

Pero no ha podido conseguir el dinero necesario para lograrlo, que asciende a unos US$31 millones.

En consecuencia, el proyecto cerrará, según anunciaron sus actuales administradores este viernes, y el auto se puso a la venta a un precio de alrededor de US$318.000, dijo el conductor de Bloodhound, Andy Green, a la BBC.

"Necesito unos cuantos millones"

El plan de Bloodhound era que el vehículo alcanzara la velocidad récord en Sudáfrica, donde ya se había preparado una pista de 18 km y 1.500 m de ancho en Hakskeen Pan (una meseta desértica de sal y barro) en el norte del país.

"Necesitaremos encontrar algunos millones para que (el auto) vaya a toda velocidad", dijo Green el viernes.

"Básicamente hemos completado la estructura principal, el desierto está listo, solo necesitamos el financiamiento", señaló.

A Green le "encantaría ver al auto correr" y cree que aún es posible que suceda.

"Si hay alguien ahí con US$300.000, ahí tienen un auto. Todavía hay una posibilidad de que Bloodhound corra", comentó.

Bancarrota

La estructura principal del vehículo ya se había construido y puesto a prueba en 2017.

En un ensayo realizado en el aeropuerto de Newquay, Reino Unido, Bloodhound alcanzó una velocidad de 320 km/h.

Pero en octubre pasado, la falta de inversión llevó a quebrar a la empresa que estaba financiando el proyecto.

"Desde (entonces) hemos trabajado incansablemente con los directores para encontrar a una persona u organización que pudiera llevar adelante el proyecto", dijo el administrador conjunto Andrew Sheridan el viernes, según la agencia de noticias PA.

"A pesar del apoyo público abrumador y el compromiso con una amplia gama de posibles inversores creíbles, no ha sido posible obtener un comprador para el negocio y los activos", señaló.

"Ahora trabajaremos con las partes interesadas clave para devolver el equipo de terceros y luego venderemos los activos restantes de la empresa para maximizar el rendimiento para los acreedores", agregó Sheridan.


¿Por qué fracasó Bloodhound?

Jonathan Amos, corresponsal de Ciencia de la BBC

Bloodhound es una empresa privada. Se financia a través de donaciones, patrocinio y asociaciones.

La compañía ha sabido aprovechar los tres ingresos, pero en última instancia, este modelo de financiamiento no proveyó dinero suficiente para sostener completamente a una firma tan compleja.

Los últimos dos o tres años han sido especialmente difíciles para recaudar apoyo financiero.

El panorama de inversión es difícil, en parte debido a la incertidumbre del Brexit, pero principalmente porque muchas grandes marcas que antes ponían su nombre en un automóvil ahora están usando otras herramientas de marketing, como las redes sociales.


El gobierno sudafricano ya había despejado un área para intentar alcanzar el récord y ya se habían probado con éxito varios cohetes.

Uno de ellos, desarrollado por la compañía noruega aeroespacial y de defensa Nammo, se lanzó al espacio por primera vez a fines de septiembre. El cohete Nucleus voló a una altitud de 107 km desde el Centro Espacial de Andøya, en el norte de Noruega.

Bloodhound iba a usar un grupo de tres motores Nucleus además del jet Eurofighter EJ200.

A pesar de que todo estaba listo, no había suficiente dinero para llegar a la meta final.

El proyecto planeaba ejecutarse en Hakskeen Pan hacia fines de 2019, cuando el agua de la meseta se hubiera evaporado y el suelo se hubiera secado.

El Bloodhound habría probado correr a 800-965km/h antes de intentar alcanzar su velocidad máxima, en 2020 o 2021.

 

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