Jason Kingsley parece no ser consciente de los peligros que entraña su afición a la justa, un tipo de combate medieval que enfrenta a dos contendientes a caballo y armados con lanzas.

"Ha habido algunas muertes en estas luchas", reconoce. "Pero normalmente ocurrieron por la combinación de falta de experiencia, equipamiento de seguridad insuficiente y mucha mala suerte".

Ataviado con una réplica exacta de una armadura medieval, este británico de 53 años compite en una docena de torneos cada año.

En estos eventos, Kingsley cabalga en línea recta a lomo de un semental portando una lanza de madera con punta de acero de 3,7 metros de largo.

Su objetivo es derribar a sus oponentes.

"Los dos caballeros cabalgan a una velocidad cercana a los 30 km/h. Si tu rival te golpea es como chocar contra una pared de ladrillos a una velocidad de 65 km/h".

"Yo nunca me caí del caballo, pero sí derribé a tres personas. Aunque históricamente ha habido muchas muertes, siempre sucedieron porque la punta de la lanza de uno de los caballeros atravesó la apertura del casco de su rival".

Teniendo en cuenta lo que Jason hace en su tiempo libre, muchos podrían pensar que es un profesional del cine.

Pero no. En realidad es el director ejecutivo de una de las compañías de videojuegos más importantes de Reino Unido, Rebellion Developments.

Fundó la empresa con sede en la ciudad británica de Oxford junto con su hermano, Chris, en 1992.

Hoy, el volumen de ventas de Rebellion supera los US$32 millones anuales.

Entre los títulos más conocidos de la compañía, que sigue perteneciendo a los hermanos Kingsley, se destacan Sniper Elite y Rogue Warrior.

Además, desde hace 17 años Rebellion es propietaria de los derechos de los cómics británicos de culto "2.000 AD" y ha publicado numerosas novelas.

A pesar de que Jason no acude a la oficina ataviado con su armadura valorada en US$32.000, reconoce que trata de dirigir Rebellion -y otros aspectos de su vida- basándose en el código de conducta de los caballeros medievales.

"En definitiva, el código te anima a ser una persona decente basándose en tres principios: valentía, honestidad y bondad".

"Es obvio que para conseguir el éxito en los negocios es necesario ser valiente. Todo depende de la habilidad para seguir adelante, aprovechar las oportunidades y sacar el máximo de ellas".

"También se trata de explorar nuevos territorios y abrir nuevos mercados. Actuar como un líder es un componente esencial del éxito".

Y añade: "Ser honesto no significa que tengas que contarle tus secretos a todo el mundo. Lo que hay que hacer es negociar de forma justa con las personas".

"Eso es lo que yo hago. En lugar de conseguir el mejor acuerdo para mí, siempre trato de sacar adelante el que favorezca más a las dos partes".

"Me baso en lo que es justo y correcto. Si mis socios obtienen beneficios, estoy seguro de que querrán trabajar conmigo de nuevo", añade.

"Y luego está la bondad, que para mí se trata simplemente de tratar bien a la gente".

En su época de adolescentes, a Jason y a su hermano les encantaban los juegos de rol.

Reconoce que disfrutaban sentándose con amigos alrededor de una mesa haciéndose pasar por personajes de fantasía, como caballeros o hechiceros.

Para decidir qué personaje interpretaba cada uno, cómo se relacionarían entre sí y que dirección tomaría la partida, lanzaban los dados.

Utilizando la experiencia acumulada durante aquella época, Jason ha escrito numerosos "gamebooks". En estos libros, el lector decide cómo se va a desarrollar la partida, a partir de opciones de selección múltiple.

Afición a los videojuegos

Mientras estudiaban en la Universidad de Oxford, los hermanos Kingsley comenzaron a desarrollar juegos de computadora en su tiempo libre.

Después de graduarse, decidieron fundar Rebellion porque, como dice Jason, "disfrutábamos jugando y vimos una oportunidad en el sector de los videojuegos".

Además, añade, "lo hicimos de forma ingenua y entusiasta. Creo que fue una buena razón para poner en marcha un negocio. Y es que es mucho más fácil ser exitoso si amas lo que haces".

Después de trabajar en varias proyectos, en 1993 Rebellion firmó un contrato con Atari para producir Alien v. Predator.

El videojuego se convirtió en un éxito de ventas.

A partir de ese momento Rebellion comenzó a desarrollar juegos como James Bond y varias entregas de Los Simpson para otras compañías.

Hoy en día, sin embargo, la empresa británica trata de producir y distribuir sus propios títulos.

"Sabíamos que queríamos construir nuestra propia propiedad intelectual y crear nuestros propios juegos. Y eso es precisamente lo que estamos haciendo", afirma Jason.

"Aunque lograrlo nos ha tomado casi 25 años, ahora somos capaces de desarrollar nuevas ideas, lanzamos nuestros títulos y los vendemos en todo el mundo. Es algo fantástico. Nadie ajeno a nuestra compañía interviene en el proceso".

Los beneficios que producen las ventas le han permitido a Rebellion expandirse a otros sectores. Un ejemplo fue la adquisición de 2000 AD, un cómic de culto cuyo principal personaje es el Juez Dredd.

A pesar de que Jason nunca ha revelado el coste de la operación, reconoce que esta ascendió a "muchos millones".

"En su momento consideramos que 2000 AD (cuando pertenecía a la compañía danesa) estaba en declive y necesitaba ser adquirida y apreciada por una compañía británica que fuera consciente de su importancia cultural".

"Creo sinceramente que es una parte importante de nuestro patrimonio cultural".

Dan Maher, experto en la industria de los videojuegos, considera que Rebellion ha sido especialmente alabada por su custodia del cómic 2000 AD.

"Como indica su nombre, la compañía se enorgullece de ir contra corriente. Utiliza el dinero generado en una industria dominada por la tecnología de vanguardia para hacer adquisiciones idealistas en el sector editorial tradicional", explica Maher.

"Gracias a este tipo de movimientos, impulsados por su aprecio a los cómics y a la ciencia ficción, Rebellion se ha ganado el respeto de consumidores y profesionales de ambos sectores".

Mientras que Jason es el encargado de dirigir Rebellion a diario, su hermano Chris desempeña el cargo de director tecnológico de la compañía.

Eso sí, antes de ir a trabajar, Jason dedica dos horas a cuidar de sus 13 caballos. Por la tarde, cuando sale de la oficina, vuelve a pasar dos horas con los animales.

"Aunque podría contratar a personas que hicieran el trabajo por mí, me gusta cuidar de mis caballos. Son mis amigos, son mi familia".

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